(Crónica de Ángel Sedano)
Ya lo adelanto Alejando Arenzana (pueden leerlo en las crónicas del EDF) en Radio Marca el lunes “ojala ganemos al Leioa que nunca hemos podido ganarle, los Vizcaínos son nuestra bestia negra en este Grupo II”.
Uno, curtido en mil batallas, puso su artillería en marcha,m: bloc de notas nuevo; pantalón de la suerte; Andrea, la del cumple, a mi derecha… ¡hasta le pedí una cazadora a mi hermano después de que su equipo metiera ayer un cerro de goles! Así es la vida de un aficionado al fútbol, poner todo de su parte para que su equipo gane.
Empezó el partido con el homenaje a nuestro Capitán, cumplía 200 partidos con nuestro equipo. Placa y aplauso generalizado, Miguel se lo merece.
Nuestra bestia negra vestía hoy de verde sufría. Ñoño, en el minuto 2, avisó con un centro chup con dirección a la escuadra. La UD Logroñés salía en tromba buscando ese gol que encarrilase el partido. Minuto 8, Andy de Cabeza; un minuto después fue Marcos Andre y Rayco pero se encontraban con un inspiradisimo Iturrioz ¡qué partido el suyo! Muy solvente el portero, hoy vestido con un naranja chillón (no se si es acertado ese nombre pero me van a perdonar soy chico y más de 10 colores no distingo).
La UD Logroñés no necesitaba generar fútbol ni tener la posesión, esta UD Logroñés busca la eficacia, el espacio para sumar ocasiones de gol. Hoy se demostró a lo largo de los 90 minutos; no se hace un fútbol vistoso, pero se llega, se generan ocasiones. Pero, amigos, lo de meter goles se le atraganta al equipo de Sergio Rodríguez.
Minuto 26, Iglesias desde fuera del área. Minuto 27, Rubén y paradón otra vez de Iturrioz. Todos los jugadores locales de ataque tenían la suya. Esta vez le toco a Rayco de cabeza, era el minuto 35. Ñoño en el 40 tuvo la más clara y esta vez no fue Iturrioz, fue la cepa del poste la que le privó de adelantarse en el marcador a los locales. Así se llegó al descanso, muchas ocasiones blanquirrojas pero 0-0 en el marcador.
El segundo tiempo empezó más frio, con menos espacios, con menos llegadas; partido muy trabado y feo para el espectador, con la misma tónica de jugar a impulsos. Este segundo tiempo tuvo un protagonista que no iba vestido ni de blanquirrojo ni de verde. Un señor vestido de amarillo, miope, que no distinguia un fuera de juego de un gol legal. Era el minuto 27, Rayco recoge un rechace que pega en el poste y gol legal a todas luces; pero que el trencilla no concedió por fuera de juego. Tampoco distinguió que Olaetxea empujó a un rival en el área y tampoco vio que a Pedrito le hicieron falta dentro del área, penalti claro; el señor de amarillo vio piscinazo y saco amarilla al jugador local. Por no hablar de las faltas no señaladas y su nula capacidad para distinguir la ley de la ventaja. Mal el trencilla hoy, como las dos palomas que revoloteaban por las Gaunas y paraban a comer el césped mientras se disputaba el partido.
El partido se iba en ese 0-0 que marcaba el electrónico desde el inicio de la contienda. Pedrito lo intento con el tiempo cumplido pero nada y así se llegó al final del partido, con esa sensación de ocasión perdida, sensación de que otra vez la falta de pegada condena a esta UD Logroñés que vio como llego la primavera pero no los goles.