Un nuevo triunfo del Grafometal La Rioja a lo Doctor Jekyll y Mister Hyde
Las riojanas se imponen por 24-26 al Kukullaga Etxebarri con dos caras muy distintas
Foto (Valentín González de Garibay)
Ayer el Grafometal La Rioja viajaba a Etxebarri para enfrentarse al Kukullaga, un equipo que se encontraba (con un partido más) a cuatro puntos de las riojanas, y que siempre compite sus partidos hasta el final, más aún si estos son en su casa. Se trataba, por tanto, de un partido de esos que podemos denominar «trampa», pues, aunque la calidad y experiencia de las sportianas es mayor, las vascas no bajan los brazos en ningún momento, como se pudo evidenciar a lo largo del choque.
Si en temporadas pasadas y en el comienzo de esta a las riojanas les costaba más entrar en el partido, para después, asentarse en él a mediados de la primera mitad o ya en la segunda, donde lo rompían, ahora, y quizás siendo uno de los cambios más positivos de las últimas jornadas, las de Manu Etayo inician con su mejor balonmano desde los primeros minutos, endosando a su rival, en muchas ocasiones, una renta que marca una tendencia muy positiva desde este comienzo del que hablamos. Una gran muestra de esto la observamos ayer. Tras unos primeros minutos muy igualados, las visitantes -Elena, Masha, Carla Rivas, Paula García, Taty Lozano, Carla Sánchez, Silvia Ederra- empezaron a poner distancia de por medio. Con un centro defensivo cada vez más consolidado -Taty, Ederra-, buenas ayudas tanto a los pares como impares, y una Elena en portería sublime, las riojanas se encontraban cómodas, permitiéndose incluso salir en transiciones rápidas que, con Carla Rivas en tu equipo, tienen todas las opciones de acabar bien. La gallega marca los tiempos como nadie; puede estar mejor o peor -a mi parecer en uno de los mejores momentos desde que llegó a la capital riojana-, pero tiene el balonmano en la cabeza, otorgando siempre criterio al ataque. En esta línea, las visitantes se iban en el marcador en los primeros veinte (5-12). El ataque funcionaba, gracias, en gran parte, a la contundencia en portería y defensa, la misma en la que destacó la vasca Paula García cuando hasta en dos ocasiones replegó, como si el sprint final del maratón de Muskiz se tratara, a gran velocidad para robar e interceptar un balón que dejaba sola frente a la portera a la jugadora de Kukullaga, signo de estar enchufada, y de, como ya decíamos en crónicas anteriores, jugar para el equipo, pues, acciones como esas contagian y motivan tanto a jugadoras como afición.
En este conjunto de buenas y positivas acciones debemos destacar también a Fanny Monrós que salía en el lateral derecho, y que hacía, hasta ahora y tras su reaparición hace una jornadas de su lesión, su mejor partido. La valenciana, que terminaba el choque con cinco tantos, nos regaló uno de los goles del encuentro tras un fuerte lanzamiento desde diez metros que, con su permiso, denominaremos «marca de la casa»: desde Logroño pedimos disculpas por los posibles daños causados a la escuadra. De esta forma, y aunque un pequeño arreón local disminuía la diferencia a cinco goles (10-15), las sensaciones sobre la pista eran muy buenas, cuando un último gol, esta vez de Taty Lozano -la leonesa volvió a marcar cinco goles para ponerse con un global de 46, por consiguiente, con una media de 4´6 por partido, y ser, de esta forma, uno de los más importantes baluartes del ataque riojano-, cerraba una primera mitad (11-18) en donde las riojanas hicieron honor a ese mayor poderío que se les atribuía.
El segundo acto, que comenzaba bien y en la misma línea que el primero, no acabó todo lo bien que se hubiera deseado. En él se vieron cosas muy buenas, que se reflejaban con la máxima diferencia en el marcador, de hasta once goles (15-26), pero otras no tanto que, por otra parte, manifiestan carencias del equipo que seguro que el tiempo y trabajo mejora. Si quizás, antes del partido era difícil pensar en una renta tan favorable de las visitantes con bastante tiempo aún por disputarse, como decimos, de hasta once goles, tampoco lo era imaginarse que las vascas pudieran realizar un 9-0 de parcial desde aquel mismo momento, teniendo a las riojanas durante diez minutos sin marcar un gol. En partidos como el de ayer con una renta tan importante «se puede» permitir, pero no así en encuentros más disputados o en una posible fase, en donde dicha situación sería casi definitiva en contra de los intereses sportianos. A pesar de ello, e intentando ver siempre el lado positivo de las cosas, las rotaciones son buenas para el equipo, primero porque dan descanso a las más habituales, y segundo, porque precisamente en estos partidos que tienes ganados salvo hecatombe de dimensiones bíblicas, hay que probar cosas nuevas, dando rodaje a jugadoras que a buen seguro también serán necesarias en partidos venideros.
Así, se cerraba un encuentro (24-26) con casi cincuenta minutos de muy alto nivel, y otros diez malos, en cuyo balance final dio para derrotar a un equipo vasco que luchó hasta el final. ¡No os perdáis el siguiente capítulo pues la lucha por el ascenso continúa!
KUKULLAGA ETXEBARRI: Olatz Pujana, Ane Fernández (porteras); Imane Jedyane (1), Irati Vázquez (7), Irene Coello (1), Paula González (1), Iraide Cáceres (6), Ariane Pedrosa (3), Leire Hierro (5), Alba Sánchez, Irune Fernández, Maialen Castro, Garazi Elorriaga, Andrea Fernéndez
GRAFOMETAL LA RIOJA: Elena Navarro, Sonora Solano, Rebeca García (porteras); Masha (4), Paula García (2), Fanny (5), Taty (5), Carla Sánchez (3), Carla Rivas (4), Silvia Ederra (3), Valentina Learreta, Lucía Ladrera, Alba Ibáñez, Maite Rodríguez, Dani, Lucía Carrascón.