La Rioja destaca en competencia digital con una puntuación superior a la media española y europea, situando a sus estudiantes de segundo de la ESO entre los mejores en el ámbito nacional, según el Estudio Internacional sobre Competencia Digital (ICILS) publicado por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE). Con un total de 505 puntos, el alumnado riojano supera la media de España (495) y de la Unión Europea (493).
En el contexto nacional, La Rioja se posiciona entre las cinco comunidades autónomas con mejor rendimiento en competencia digital, solo por debajo de Cataluña, Madrid, Asturias y Castilla y León. Este desempeño sitúa a los estudiantes riojanos al nivel de países como Hungría (505 puntos) y por encima de naciones como Alemania (502), Francia (498) e Italia (491).
El informe del ICILS resalta que el alumnado de 13 años en La Rioja ha alcanzado el nivel 2 de los cuatro niveles existentes en competencia digital. Este nivel implica que los estudiantes son capaces de usar herramientas informáticas para realizar tareas como la gestión de información, la edición básica de contenido y el diseño de productos informativos de acuerdo con instrucciones específicas.
En cuanto al uso de las TIC, el 60,8% de los alumnos de segundo de la ESO en La Rioja organiza archivos, mientras que el 71,5% es capaz de editar y dar formato a documentos. Además, el 47,6% de los estudiantes edita archivos multimedia y el 57,1% maneja hojas de cálculo. El informe también destaca que el 32,5% de los estudiantes riojanos emplea editores visuales para programar, y un 22,6% utiliza lenguajes de programación basados en texto.
A nivel internacional, el Estudio ICILS, que incluye a 35 países y 24 estados miembros de la Unión Europea, examina la capacidad de los estudiantes de 13 años para desenvolverse en entornos digitales, tanto en la escuela como en el hogar o el trabajo. En España, un total de 11.799 estudiantes, 6.247 docentes y 508 centros educativos de once comunidades han colaborado en esta evaluación, que busca determinar en qué medida los estudiantes están preparados para el futuro digital en diferentes contextos de la vida cotidiana.