Un Grafometal La Rioja a la espera
El equipo riojano tendrá que valorar la supuesta plaza que el Alcobendas dejará vacante en DHF
Foto (Grafometal La Rioja)
Incertidumbre. Esta es la situación en la que ahora mismo se encuentra el Grafometal La Rioja, un club que en las siguientes horas, siempre y cuando se cumplan los pronósticos, tendrá que decidir cuáles son los pros y las contras de jugar o no en DHF, un sueño que a día de hoy puede llegar algo tarde. Partimos en primer lugar de que, y aunque todo apunta a que así será, la Federación Española aún no ha ofertado oficialmente la plaza que el Alcobendas -club que vive muy malas horas- dejaría vacante en la máxima competición. Por lo que reflexiones y hasta elucubraciones -las habrá de todo tipo- sí, pero también prudencia, no demos aún nada por hecho, pues son varios los factores que influyen en estas decisiones; al fin y al cabo estamos hablando de un objetivo que el Sporting persigue desde hace años. Hay que hacer las cosas bien, con cabeza, y sin dejar que el anhelo de esa palabra tan cotizada como es el ascenso nuble la otra opción de permanecer en Plata, una alternativa que actualmente y con una fecha tope tan próxima como es el 15 de junio para la inscripción, desde mi punto de vista sería la más idónea. Gustos y preferencias habrá muchas, no tanto alternativas que como vemos se reducen a tan solo dos, las mismas que la junta directiva con Diego Molia a la cabeza valorará y que a buen seguro decidirá en beneficio del club. Diseccionemos un poco más todos estos elementos:
La plantilla del Grafometal, confeccionada en gran medida, cuenta con jugadoras contrastadas, de nivel, que darían que hablar y que se desenvolverían muy bien en DHF, sin ninguna duda, pues sin ir más lejos muchas de ellas ya saben lo que es jugar en la máxima competición femenina, además de tener en cuenta que las más jóvenes y las que aún no han debutado arriba vienen pisando fuerte. Si bien, en una decisión tan importante como la de subir o no influyen muchos otros componentes. Sin olvidar esta premisa sobre el gran nivel del equipo, el proyecto del club estaba confeccionado para jugar en Plata, con miras hacia un ascenso a una DHF que en la siguiente campaña estará más cara si a temas de permanencia nos referimos, donde bajarán cuatro equipos.
Por otro lado, arriba el equipo tendría que realizar viajes más largos y, por consiguiente más caros, costes que también se ampliarían a otros sectores de la competición. De esta forma, el club tendría que ponerse en contacto con patrocinadores e instituciones públicas en un plazo no muy holgado de tiempo, pues como ya hemos apuntado, el 15 de junio es la fecha máxima para la inscripción de los clubes. Todas estas unas circunstancias que pesarían menos si la opción de la plaza hubiera llegado antes. Creo además que en un sueño que persigue este equipo desde hace tanto tiempo, la forma de conseguirlo no sería la más gratificante, al menos la más bonita. Es verdad que valdría lo mismo, pues si el Sporting se encuentra ahora mismo en esta tesitura es por méritos propios y por el trabajo bien hecho, situación que, por otro lado, no quita que el lograrlo directamente en la pista envolviera todo de un ambiente más especial o más festejable.
Por último, y ante realidad sanitaria en las que nos encontramos, sigue habiendo dudas e indecisiones sobre el cómo va a discurrir la competición la próxima campaña, por lo que no creo que este sea precisamente el mejor año para hacerlo. En pro de aceptar la supuesta plaza no creo que haya que dar muchas más explicaciones, la palabra «ascender» habla por sí sola. Se trataría de competir en la máxima competición: jugar con y entre los mejores equipos suena demasiado bien.
Con todo, en los siguientes días, una vez ofrecida la plaza por la Española, el club tendrá que decidir qué es lo más conveniente. Dentro de esta halo de incertidumbre que hemos descrito, y en el que cada uno tendrá su opinión, lo único que está claro es una cosa: el equipo, juegue donde juegue, seguirá peleando con un entusiasmo por unos objetivos que amplíen la historia de un club que, ya sea este año o en otros posteriores, seguro que cumple su sueño; se está trabajando para ello. Ahora solo toca esperar.