El CD Pradejón inició ayer la nueva temporada liguera de la Primera División Nacional Femenina, la que hasta ahora se venía llamando Segunda División.
Sobre el campo municipal de Pradejón, las verdiblancas se veían las caras ante CD Fundación Osasuna B, equipo recién ascendido a esta división, una vez que el primer equipo femenino de Osasuna lograra el ascenso a la recién inaugurada liga «reto Iberdrola».
Las pradejoneras saltaban al campo con Sheila, Irati, Marisol Urrutia, Rebeca Mangado, Alba, Estrella, Laura Pérez, Bárbara Krumnack, Herce, Carmen Sobrón y Merche. Las navarras lo hacían con Marina Izura, Ana Andraiz, Laura, Saioa Larumbre, Maite Valero, Paula Capilla, Lydia, María Celigüeta, Saioa Etxarri, Lola Mateo y Amaia Iribarren.
Las locales llegaban con mucha ilusión a este primer partido de una temporada en la que esperan lograr cosas importantes; sin embargo no lograron cuajar el encuentro esperado. Se notó lo que habitualmente suele ocurrir en la primera jornada de competición: faltaba compenetración y físico, cuestiones que a ben seguro se irán puliendo a lo largo de la temporada.
Además, el CD Pradejón no tuvo suerte y, en una de las primera aproximaciones de la que dispusieron las navarras, marcaron. Fue a balón parado, tras la salida de un córner y en propia puerta (Merche Izal). Por contra, los primeros instantes del partido, con la alta presión de las riojanas, bien podrían haber ocasionado que el partido cambiara sustancialmente.
En la segunda parte, el cansancio fue haciendo mella en ambos equipos, especialmente en las locales. El CD Pradejón se iba quedando sin ideas y les costaba mucho encadenar una jugada mientras que Osasuna, por su parte, comenzaba a tener más el balón. Sin embargo, en el minuto 80, Carmen Sobrón recogió el esférico casi en su propio campo y, con una potente cabalgada, se plantó sola ante Marina Azurra. La portera, que logró, en primera instancia, detener el disparo de a la riojaalteña, lo paró sin llegar a blocarlo ni a despejarlo con la determinación suficiente como para evitar que el rechace quedara a merced de la propia Carmen. Mientras dos jugadoras de Osasuna que acompañaron la jugada llegaban, Carmen Sobrón empujó el esférico dentro de la red.
Quedaban 10 minutos y los dosequipos tenían prisa por lograr los tres puntos. Ambos se apresuraban en cada jugada buscando la victoria con las corazón que cabeza y energía hasta que, finalmante, el árbitro decretó el final del encuentro.