(Crónica de Luis Esteban)
No pudo ser. En un partido intenso que hizo honor a la igualdad que se preveía -segundos contra terceros-, el Bidaosa Irún fue mejor en los momentos decisivos y se asegura matemáticamente la segunda plaza. Posición que ponía la guinda a lo que ha sido una gran temporada de ambos equipos.
Un premio -recordamos que permite solicitar un puesto en la Champions- que se palpaba en el ambiente: dos autobuses llenos de Irún, comida y hermanamiento previo entre aficiones, un Palacio de los Deportes que desde esa rivalidad -siempre sana y desde la admiración- respiraba balonmano. A ello se le sumaban cuatro despedidas de jugadores (Ilic, Fekete, Del Arco y Javi Muñoz) que han sudado el escudo y que merecían una sonora ovación al finalizar el encuentro.
El Balonmano Logroño salió muy enchufado al partido. Su ataque, tras el Barsa el más realizador, se imponía a la defensa irundarra, en números la mejor de todo el campeonato. Mucha culpa de ello ha sido, sin excepción en este partido, gracias a su sublime portero Ledo. Si bien, su actuación más destacada no llegó hasta la segunda mitad, circunstancia que aprovechó el Logroño para dominar con cierta solvencia los primeros quince minutos (10-6). Poco a poco los visitantes fueron encontrándose más cómodos. Un Paco Barthe en modo agitador, anotador de cuatro goles casi seguidos, permitía a los de amarillo reducir distancias para el descanso (15-12).
El segundo acto se le puso muy de cara a los riojanos. Tras unos minutos de rachas (17-15), el Logroño endosaba un 4-0 de parcial para alcanzar su máxima en el partido (min.9, 21-15). La defensa avanzada de Vanja Ilic era un incordio constante para los ataques del Bidasoa que no sabían cómo superarla. Además, Sergey se encontraba en un momento dulce, acorde con lo que ha sido toda su temporada. Llegado a este punto el técnico irundarra tenía que cambiar cosas. Lo hizo, y le salió bien. Ante esa defensa avanzada propuso jugar con dos pivotes; uno de ellos partiendo desde el extremo se colocaba en el puesto del mencionado Ilic (2) para que ese último no pudiera salir con tanta soltura. Hecho esto, tras sucesivos cruces entre la primera línea, y con una defensa franjivina ahora más hundida, los mejores tiradores del Bidasoa tuvieron más disposición para lanzar. El resultado fue clarividente: un contundente 2-10 de parcial para colocarse por encima en el marcador con tan solo diez minutos por jugar (23-25). Un último empuje local conseguía empatar de nuevo el choque a 26, circunstancia que se quedó en mera ilusión cuando una pérdida y dos paradas de Ledo – una de ellas de penalti- cerró el partido por un 26-28.
Con todo, y a pesar de la derrota, el Balonmano Logroño se despide de su casa en lo que ha sido un gran temporada. Muchos fueron los cambios, el entrenador incluido, por lo que seguro que antes de comenzar la campaña la mayoría de aficionados franjivinos firmaba un tercer puesto. No olvidemos que se volverá a jugar un año más competición europea en una liga que cada año que pasa está más igualada. Este equipo aún tiene mucha guerra que dar. ¡Os lo seguiremos contando!
BALONMANO LOGROÑO LA RIOJA: Sergey, Javi Romeo (porteros); Balenciaga (3), Javier Muñoz (5), Fekete (1), Ilic (4), Moreira (3), Kukic (4), Del Arco (2), Garciandia (4), Sánchez Migallón, Kusan, Dariel, David Cadarso, Claudio.
BIDASOA IRÚN: Ledo (1), Rangel (porteros); Cavero (2), Kauldi (4), Esteban Salinas (1), Barthe (5), De la Salud (4), Leo Renaud (5), Rodrigo Salinas (2), Rudy Seri (4), Zabala, Aldaba, Iker Serrano, Tesoriere.