El Gobierno de La Rioja, a través de la Consejería de Servicios Sociales y a la Ciudadanía, ha elaborado un protocolo para regular las visitas de familiares a residentes en viviendas especializadas y residencias de personas mayores y de personas con discapacidad, permitidas desde este jueves 28 de mayo. Hasta la Fase 3 no será posible acompañar a los usuarios de estos centros en paseos por el exterior de la residencia o centro.
Estas visitas permitirán reanudar el contacto presencial de los usuarios con sus familiares y mejorar así su situación emocional además de facilitar el acompañamiento de las personas residentes en situaciones de crisis personal.
El protocolo redactado por la Dirección General de Dependencia, Discapacidad y Mayores ha sido elaborado teniendo en cuenta las aportaciones de las residencias y de la Dirección General de Salud Pública, Consumo y Cuidados y ya ha sido remitido a las distintas residencias y centros.
Un familiar por residente y treinta minutos como máximo
El documento regula las condiciones que deben cumplir las visitas que quedan suspendidas para los residentes que estén en zona de aislamiento, es decir, los usuarios que hayan dado positivo en una prueba PCR o serológica, o muestren sintomatología COVID-19, no podrán recibir visitas.
En ningún caso podrá haber contacto entre el familiar y el residente, será obligatorio el uso de mascarillas y se deberá guardar la distancia de seguridad de dos metros. En caso de que no se cumplan estas medidas, la visita puede ser suspendida.
Todas las visitas tendrán una duración máxima de treinta minutos con el fin de facilitar el mayor número de las mismas. Además, las residencias serán las encargadas de gestionarlas y, en cualquier caso y como norma general, se podrán realizar visitas en aquellas cuyo número de residentes en aislamiento no supere el 25 por ciento del total.
Asimismo, las visitas podrán realizarse en las zonas ajardinadas patio del interior de la residencia. Para garantizar las medidas de seguridad y evitar la transmisión se podrá colocar una mampara de metacrilato en el caso de que los residentes tengan
dificultades para utilizar las mascarillas.