La UD Logroñés se reencuentra con Sergio Rodríguez y la victoria ante un débil rival
La UD Logroñés se reencontraba con Sergio Rodríguez, su entrenador con más partidos en su banquillo, la victoria y las sensaciones aunque lo hacía ante un débil rival
La afición de la UD Logroñés disfrutó de un buen partido ante, tal vez, uno de los mejores rivales que podía visitar el feudo riojano en un momento tan complicado. Pero que también había que ganar.
Se abría ante el Barbastro; no ante el Eibar, el Arenas de Getxo o la SD Logroñés la era Sergio Rodríguez, tras el cese de su entrenador, Miguel Flaño; aunque tampoco ante un recién ascendido Anguiano. Pero, insistimos, que también había que ganar.
Pronto comenzó a ver la luz la UD Logroñés. En el 7 llegó un penalti a su favor favor. La protestaron poco Los jugadores maños. Cogió el balón Madrazo que us finalmente lo lanzó Barrero para poner el 1-0 en el regreso de Sergio Rodríguez.
No tardó en llegar el 2-0. Lo puso Caballero poniendo en el segundo palo el balón tras cazar un rechace en la frontal. No podían empezar mejor las cosas para los logroñeses tras el cese de su entrenador.
Hoy sí que los capitalinos parecían saber, después de mucho tiempo, a qué jugaban. Poco antes de la media hora de juego puedo llegar el tercero en un balón que primero se paseó por delante de la meta del guardameta del Barbastro y luego cerró Madrazo con un balón que se perdió por encima de la portería y que, ahora sí, iba acompasado de aplausos de la grada.
Indudablemente, la visita del decimosexto de la tabla beneficiaba a los udelistas. Seguido la tuvo en el minuto 33 Gualda, que no terminó de remachar el pase atrás de Caballero. La UD Logroñés volvía a creer y a recuperar sensaciones.
En el 37 llegaron los visitantes recordando que estaban allí y su intención era no hacer plácida la jornada sabatina. Pudieron marcar los de Barbastro si hubiera mostrado más acierto en la finalización de la llegada.
Después, al borde del descanso, fue Aguüero el que vio pasar a milímetros de su cabeza el 3-0 tras un gran centro chut de Barrero.
Mucho más espesa, aunque igualmente controlada, fue la segunda parte. Tal vez porque tod estaba hecho y solo había que mantener el resultado, tal vez porque los blanquirrojos solo piensan en su cita copera ante el Girona del miércoles o porque este equipo no da para mucho más.
A pesar de ello, cuando menos estaba pasando, Riki de Moraes puso el 3-0 con un tiro raso tras una internada de Agüero y una dejada de Jon Madrazo.
Con ete resultado se terminó el partido del reencuantro que los de Las Gaunas estaban obligados, y así lo hiceron, a ganar.