La UD Logroñés ha naufragado esta mañana en Isla. Y puede que en este naufragio, se haya llevado ya por delante a su capitán, su entrenador Miguel Flaño, y a su proyecto.
Hoy los blanquirrojos verán cómo la jornada concluye con un el liderato a ocho puntos, ese liderato al que aspiraban en su cabeza al inicio de temporada, pero que la competición les ha terminado poniendo a ocho puntos.
Comentar lo ocurrido en el partido de hoy ES repetir lo dicho en anteriores jornadas. Equipo plano, sin ideas, sin salida, sin empuje, sin garra; pero, sobre todo, sin victoria y hoy incluso sin puntos.
Repitamos pues. Hoy la UD Logroñés y su raquítico planteamiento de juego se han visto muy superado por el del CD Anguiano que ha sabido jugar, luchar, competir y finalmente ganar.
Los zarrios se adelantaron a la media hora de juego gracias a un gol de Barace. El exjugador del CD Calahorra recogió un rechace de Daza tras un tiro de Sergio López fruto de un grosero error defensivo para poner, a placer, el 1-0.
Llegó entonces la lesión de su 9, Lupu. Los nervios y la ansiedad para los blanquirrojos iba in crescendo mientras se veían incapaces de encontrar puerta, pero, sobre todo, soluciones en su juego. A pesar de ello, cerraron el primer tiempo con dos ocasiones de hacer gol, una de Gualda y otra de Monreal.
La segunda parte pintaba fea y fea fue. Solo un tiro de Barrero y un palo de Gualda inquietaron antes del primer cuarto de hora la portería defendida por otro exrrojillo, Roberto.
El partido en el que nada pasaba pareció cambiar en los instantes finales. El gol de Agüero en el 84 hizo creer a la parroquia logroñesa que podrían rascar algún punto en la Isla serrana.
Pero todo esto más que Isla era Oasis. El plácido sueño en una isla lejana se terminaba tornando en pesadilla para Flaño y los suyos cuando en el descuento Azofra ponía el definitivo 2-1.
Y fin. FIN.