Con motivo de la celebración del día Internacional de las Cardiopatías Congénitas, la presidenta del Gobierno de La Rioja, Concha Andreu, y la consejera de Salud, María Somalo, han visitado las obras de la sala híbrida y ampliación de dos quirófanos del Hospital San Pedro de Logroño. Allí, acompañadas del gerente del Servicio Riojano de Salud, Alberto Lafuente, y la dirección médica y de enfermería, han podido ver el avance de la construcción de la sala híbrida que estará lista para el mes de mayo de este año.
Este quirófano híbrido es un espacio quirúrgico acondicionado con equipos avanzados de imágenes diagnósticas en alta definición que permite, en un mismo espacio, realizar el procedimiento indicado y obtener imágenes en 2D y 3D del interior del cuerpo de los pacientes, incluso de las regiones anatómicas de menor tamaño con gran precisión. Tal y como ha explicado la subdirectora de Infraestructuras del SERIS, Vanesa Jiménez, “es una apuesta por la innovación en últimas tecnologías cuyo objetivo no es otro que poner al paciente en el centro y garantizar un mejor pronóstico y una intervención más segura”.
A nivel asistencial, la sala híbrida supondrá una gran mejora en las intervenciones del servicio de Cardiología y de Angiología y Vascular. Respecto al primero, tal y como ha explicado durante la visita el doctor Luis Alonso, Jefe de Cardiología, va a permitir crear la Unidad de Arritmias, con la realización de estudios electrofisiológicos y ablaciones (previstas 180 intervenciones anuales) y la implantación de dispositivos antibradicardia y antitaquicardia complejos (estimadas 350 intervenciones al año). Además, será un gran apoyo para el programa Código Infarto y permitirá desarrollar el programa TAVI-Cardiología Estructural, con entre 30 y 35 intervenciones previstas anualmente. En el caso de Angiología y Vascular, supondrá una apuesta por la innovación y la seguridad de los pacientes para las intervenciones de endoprótesis con ramas o fenestraciones, endoprótesis con “branch”, cirugía de troncos supraórticos con escotaduras o fenestraciones, entre otros procedimientos complejos.
La sala tiene una dimensión de 50 metros cuadrados, con protección plomada en todas sus paredes y suelo antielectrostático, para albergar a todos los profesionales, equipos y elementos de control.
Además, la sala de intervenciones está comunicada mediante una ventana plomada a una sala de control de 20 metros cuadrados para dar cabida a los equipos auxiliares: registradores, estimuladores, monitores e impresoras, para controlar el sistema de radiología de la sala híbrida. El área contará también con una sala técnica de 12 metros cuadrados para la ubicación de transformadores, sistemas de alimentación ininterrumpida, generadores y unidad central del sistema de digitalización, una sala de informes, una zona de lavado para profesionales, otra para material, un almacén estéril, y un despacho.