Foto (Grafometal La Rioja)
El Grafometal La Rioja venció ayer con autoridad al Aiala Zarautz por 26 a 33, un pequeño, si a los puntos atendemos -dos más- paso hacia el ascenso, que se convierte en grande si tenemos en cuenta el rival -directo- y que la última salida de las riojanas no había acabado de la mejor forma. Sin duda, un chute de moral para el equipo, que seguro que sirve para encarrilar con mayor fuerza los siguientes compromisos. Bien es verdad que, el resultado final, con una ventaja de siete goles para las visitantes, no resume de la mejor forma lo que fue el partido, muy reñido durante los primeros 45 minutos. Sin embargo, por otro lado, en esa igualdad, las riojanas supieron defenderse con mucho aplomo durante todo el encuentro, no permitiendo a su rival comandar el marcador en ningún momento; ayer es uno de esos partidos que se ganó en el electrónico, sí, pero también en las sensaciones.
En el transcurso del partido, tras un gran comienzo de las de Manu Etayo, que ponían el 2-6 en los primeros 8, las locales conseguían enderezar el rumbo y ponerse a tan solo un gol (6-7; min.11). A partir de ahí, los dos equipos conseguían anotar goles con cierta facilidad en una primera mitad donde los ataques se impusieron sobre la defensas. Nora Azurmendi, Nerea Arregui, Andrea Zaldúa y Lur Errekondo, por parte del Zarautz, se repartían el trabajo ofensivo y anotador con 17 goles entre las cuatro, para que, por parte del Grafometal La Rioja, destacara la figura inconmensurable de Masha, de la que casi es mejor no hablar, pues ya lo hace ella en el campo: 15 goles marcó la ucraniana; ya lo hemos hecho, pero seguiremos preguntándole cuál es su verdadera edad.
En ese intercambio de goles, las riojanas salían beneficiadas, manteniéndose arriba en un marcador que ya asomaba el final (15-17; min 27). Un tiempo muerto de las locales, dos tantos por parte de cada escuadra, y una parada de Sonora Solano a un penalti con el tiempo cumplido permitía a las visitantes irse dos arriba con el pitido del árbitro (17-19). Una atajada que, más allá de su efecto práctico, mandaba un mensaje a las zarauztarras: «si queréis llevaros este partido vais a tener que pelearlo hasta el final». Con todo, y en un primera parte con muchos goles, los equipos encaraban los vestuarios para salir de la mejor forma a una reanudación que se avecinaba emocionante y vibrante.
El comienzo de la segunda mitad no varió demasiado. El Grafometal La Rioja se seguía manejando en rentas pequeñas, pero que daban la percepción de ser, por el momento, suficientes, pues la sensación de que peligrara el partido no se dio, probablemente, nunca. Como decimos, las ventajas eran mínimas, pero al equipo se le veía enchufado, al igual que la brasileña Dani, autora de cuatro goles, pero, sobre todo, indescifrable para la defensa vasca, como cuando, con picardía, interceptó dos balones que había puesto en juego la portera rival.
Poco a poco, esa ventaja iba aumentando, a la par de un salto de calidad de la defensa riojana. Era muy probable que, en un partido igualado donde los ataques estaban funcionando, quien diera ese paso adelante en la faceta defensiva se llevara el partido, circunstancia que se dio finalmente. Fue ahí atrás, donde Paula García, con una defensa bastante adelantada y presionante, se saltó el séptimo mandamiento, no parando de robar balones que permitían correr, en muchas ocasiones, de la mano de Carla Sánchez, y que, además, trasmitían al equipo y afición la impresión de estar con chispa, pues la aportación de todas las jugadoras, dentro de sus especialidades y capacidades, fue importante, en donde, la experiencia -siempre un grado- de jugadoras como Silvia Ederra, Fanny Monrós, Carla Rivas y Masha permitía saber qué hacer en cada momento, para, de esta forma, poner la guinda a un encuentro que pintaba muy bien en el minuto veinte con el último latigazo, marca de la casa, de la valenciana (23-28).
El Grafometal La Rioja siguió firme, consiguiendo incluso aumentar una renta que se fue hasta los siete goles con el pitido final (26-33). Así, las riojanas sellaban un importante triunfo, de esos que hacen equipo, y que permiten ver, un poco más cerca, el objetivo. ¡Este es el camino!
AIALA ZARAUTZ: Jone Albisua, Haizea Aldalur (porteras); Eunate Oregui (1), Lide González (1), Nora Azurmendi (4), Nahia Arruti (1), Nerea Arregui (4), Andrea Zaldua (4), Leire Barros (1), Lur Errekondo (5), June Agirrezabalaga (2), Leire Furundarena (3), Izei Permach, Ane Artola, Bidane Salegui, Maialen Urresti.
GRAFOMETAL LA RIOJA: Sonora Solano, Elena Navarro, Rebeca García (porteras); Masha (15), Dani (4), Fanny (2), Carla Sánchez (3), Carla Rivas (5), Silvia Ederra (4), Paula García, Maite Rodríguez, Lucía Ladrera, Taty Lozano, Lucía Carrascón, Alba Ibáñez.