Un Barcelona en horas bajas visitaba el Sadar. Osasuna lo sabía y, a pesar de que a los rojillos no les está acompañando este año los resultados en casa, no perdieron la esperanza de sacar tajada de ello.
El primero en adelantarse fue el FC Barcelona que lo hizo en el minuto 12 por mediación de Nico en una ajustada jugada que el VAR revisó.
El empate vino de la cabeza del de siempre, del gran David García que, dos minutos después y de forma inapelable, se quedó suspendido en el aire y envió un potente cabezazo dentro de la red de Ter Stegen.
David García, ese jugador que ya se ha convertido en un símbolo del osasunismo, le dedicó el gol a Areso, el jugador del equipo de Pamplona que se lesionó hace unos días durante un entrenamiento.
Ya en la segunda parte, de un penalti a favor de Osasuna no pitado por mano de Busquet, se llegó a un gol a favor del Barcelona montado en una contra tras la recuperación. Dembelé fue el que sirvió desde banda derecha y Abde el que envió el balón dentro de la portería.
Y ya, cuando los catalanes se veían con los tres puntos en el bolsillo, un Osasuna que nunca se rinde remató con el alma y el corazón, mediante la pierna de Chimy Ávila, el balón dentro de la red poniendo el 2-2 en el marcador.