2’8 millones para la financiación de la concentración parcelaria de la zona de Mabad-Bustarrio Arnedo
El Consejo de Gobierno ha autorizado a la Consejería de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural, Territorio y Población el gasto para la financiación de las obras de la red de caminos y desagües de la concentración parcelaria de la zona de Mabad-Bustarrio Arnedo por un importe de licitación del contrato de 2,8 millones de euros, con la siguiente distribución por anualidades: 1 millón de euros en 2020 (el 36 por ciento del gasto) y 1,8 millones de euros en 2021 (el 64 por ciento del gasto). El plazo previsto de ejecución de las obras es de 14 meses.
El contrato será financiado a través de la medida de concentración parcelaria del Programa de Desarrollo Rural de la Rioja para el periodo 2014-2020 por lo que estará financiado por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) al 50 por ciento, fondos del Estado al 13,30 por ciento y fondos de la Comunidad Autónoma de La Rioja al 36,70 por ciento.
Con este contrato se trata de dotar a la zona de concentración parcelaria de una red de caminos y desagües que permitan un acceso a cada una de las fincas de reemplazo.
Una vez autorizado el gasto, se inicia el procedimiento de licitación con carácter abierto en cumplimiento de la Ley de Contratos del Sector Público y con varios criterios de adjudicación conforme a la valoración económica y técnica de la oferta.
El proyecto prevé la construcción de 41 kilómetros de caminos, la apertura de 15 kilómetros de nuevos desagües, la construcción de 2.306 metros lineales de caños de distintos diámetros y otros 3.245 metros cuadrados de badenes en ríos y barrancos.
La zona de concentración de Arnedo Mabad-Bustarrio, que limita con los términos municipales de Bergasa, Tudelilla, Villar de Arnedo, Quel y Calahorra, ocupa una superficie de 1.217 hectáreas y beneficiará a 433 propietarios.
La concentración parcelaria tiene como finalidad la ordenación de la propiedad rústica y la mejora de las explotaciones agrarias mediante un aumento del tamaño de las fincas y la reducción del número de parcelas por explotación. El incremento de la superficie por parcela, unido a la mejora de infraestructuras y caminos, favorece la reducción de los costes de producción y una mayor competitividad de las explotaciones.