Con todo favor saltó la UD Logroñés al césped de las Gaunas delante de más de 3000 espectadores. Eran las 17 horas y con las derrotas de Eibar y Utebo y E a esas horas, empate de Arenas, el escenario en este andén era ideal para coger ese/este último tren.
Con Nájera en la titularidad y la vuelta del Lupu (único 9 de la plantilla) semanas después, los blanquirrojos dibujaron un 4 2 3 1 sobre el campo.
Enfrente, el filial babazorro saltó sin ningún complejo y rebosante de músculo. Se hicieron los alaveses con el balón y se defendieron sin sustos y sin problemas.
Transcurría el partido sin que pasara nada hasta que en el 25, en una jugada aislada, Pinillos cabeceó un balón escorado pero ajustado al palo. ¿Ok? Si, pero sin potencia y con la intención justa. Así se adelantaban los visitantes y se habría de nuevo el debate de la portería.
El filial siguió a lo suyo. Presencia, músculo y balón. Los locales, por su parte, protagonizaron dos disparos sin excesivo peligro de Madrazo y un muy desviado de Yasín. Y hasta aquí el escaso, casi nulo, bagaje ofensivo de los de Sergio.
Arrancó la segunda mitad con un cabezazo de Nájera, muy participativo hoy, que se marchó fuera. Movió el banquillo en Logroñés a la hora de partido, pero poco cambió.
Sí lo hizo tras una buena “jugada de entrenador” y es que Sergio dio entrada a Iñaki, retirando a Eloy y reestructurando la defensa. Necesitó el de Calahorra 4 minutos para poner dos buenos balones al área; ambos con peligro y de los que el segundo acabó en córner.
Y es que con 5 minutos en el campo, el “capi” se ajustó el brazalete, marcó jugada y clavó un gol olímpico. Una más de Iñaki, un gol más en su cuenta y el 750 en la historia del club.
De ahí al final, con más corazón que cabeza, intentó la UD Logroñés no perder el tren. Pero no pudo ser y eso que, en el 94, tras un córner sacado por Iñaki, Garrido falló la más clara.
Final.
¿Y si? Nada. La sensación y la realidad, al igual que el año pasado, es que cada dos jornadas este equipo tiene la posibilidad de recortar al líder. Y no lo hace y no solo eso. Y es que, tras esos ciclos de dos partidos, la distancia aumenta en uno o dos puntos.
¿Y si? La eterna cuestión.
¿Y si al Eibar?, ¿Y si en Utebo?¿ Y si al líder en casa? ¿Y si… Anguiano, Subiza, Alfaro… ?
¿Y si? Y si…



