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Valverde vibra con el Festival “Entre Tierras”: arte, música y alma desde La Rioja

En pleno corazón de la Rioja Baja, el pequeño pueblo de Valverde se convirtió este sábado en una mezcla de arte, música y vida rural gracias al Festival Entre Tierras, una propuesta cultural que, por primera vez, apostó por dinamizar el medio rural a través de la creación colectiva, la emoción compartida y el talento de proximidad.

Desde las primeras horas de la tarde, el ambiente en Valverde anunciaba que no sería un día cualquiera. Como apertura simbólica del festival, la bailarina y coreógrafa Isa Villacampa ofreció una clase abierta de danza en el frontón del pueblo, reuniendo a asistentes de todas las edades. Al mismo tiempo, la cantante Cecilia Sánchez, recorría las calles de Valverde cantando junto a vecinos y vecinas en una especie de procesión musical espontánea.

A partir de las 19:00, el escenario comenzó a llenarse de vida con la actuación de Isa Villacampa, que ofreció una coreografía vibrante y llena de técnica junto a su grupo, marcando el inicio oficial del festival tras haber dinamizado al público con una clase de danza previa. A continuación, Cecilia Sánchez tomó el relevo con una interpretación intensa y emotiva que conectó con los asistentes desde el primer acorde, confirmando la conexión entre arte y territorio que define el espíritu del Festival Entre Tierras.

La banda Entre Líneas, formada por jóvenes músicos de la zona, aportó frescura con un repertorio que combinó ritmos actuales y letras comprometidas. Después fue el turno de Mariero, un trío formado por dos riojanos y un murciano que sorprendió con una mezcla de estilos desenfadada, con tintes folk y una puesta en escena cercana.

La noche continuó con la fuerza escénica de Enay, grupo Alfareño que supo llenar el espacio de energía, sonido envolvente y emoción. Cerró la jornada DJ Unai Álvarez, que convirtió el frontón en una pista de baile hasta bien entrada la madrugada.

El festival, de entrada libre, incluyó además una zona de food trucks, barra popular, actividades para todas las edades, bingo y rifa. Todo ello acompañado de un entorno natural cuidado y un ambiente familiar donde se mezclaron generaciones, acentos y formas de entender el territorio.

El Festival Entre Tierras no solo ofreció un programa artístico de calidad, sino que reafirmó su propósito: demostrar que desde los pueblos pequeños también se puede generar cultura con sentido, abrir espacios de encuentro y hacer comunidad a través del arte.

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