Salud llama a donar sangre este verano en La Rioja ante la previsión de más de 750 pacientes que necesitarán transfusión.
El Centro de Transfusión de La Rioja estima que, durante la época estival, al menos 750 pacientes precisarán una o más transfusiones en los hospitales de la región.
Para cubrir la demanda, se prevé utilizar 2.000 unidades de hematíes, 200 de plasma y 150 de plaquetas, según las previsiones hechas públicas hoy, 3 de julio.
El verano pasado se realizaron 2.258 transfusiones que beneficiaron a 769 personas, con 1.902 bolsas de hematíes, 200 de plasma y 156 de plaquetas.
Juan Carlos Oliva, director gerente de Fundación Rioja Salud, recordó que «el inicio o el final de las vacaciones es un momento ideal para donar sangre y salvar vidas».
Carlos Sola, director técnico del Banco de Sangre, advirtió de que en verano bajan las reservas por el aumento de actividades de ocio, mientras crecen las situaciones de emergencia, como los accidentes de tráfico.
Las plaquetas caducan en solo 5‑7 días, por lo que se necesita un flujo constante de donaciones.
Actualmente, los grupos con mayor demanda son el A‑ y el 0‑, aunque se requieren donaciones de todos los tipos sanguíneos a diario.
Para facilitar el acceso, se han programado 140 colectas móviles en más de 50 municipios, cuya ubicación y horarios pueden consultarse en la web del Centro de Transfusión.
Quienes prefieran acudir al Hospital Universitario San Pedro podrán hacerlo de lunes a viernes, de 8 a 20 h, y los sábados, de 9 a 14 h.
Desde 2024, una nueva prueba analítica permite detectar virus transmitidos por mosquitos, de modo que los viajeros a zonas con riesgo de dengue, zika, chikungunya o Nilo Occidental pueden donar inmediatamente tras su regreso a La Rioja.
Se mantienen las exclusiones temporales de seis meses para viajes a zonas con riesgo de chagas y de un año para áreas donde existe malaria.
Requisitos básicos para donar sangre: tener entre 18 y 65 años, pesar más de 50 kg y encontrarse en buen estado de salud.
Los donantes deben presentar el DNI, someterse a la toma de tensión y a una prueba rápida de hemoglobina; después de la extracción, se recomienda beber agua o refresco. No es necesario acudir en ayunas.