Rincón de Soto no ha faltado hoy a su tradicional cita con la quema de los Judas, unos Judas que se cuelgan en la Plaza de la Iglesia y son quemados tras la procesión y eucaristía de resurrección.
Desde los balcones, sin salir de sus casas, los rinconeros han podido presenciar estos Judas en los que, cómo no, el protagonista este año ha sido el maldito «bicho», el maldito coronavirus.