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Partido en Ermua; “AINHO-Acabarían las victorias”

El Grafometal La Rioja consigue un nuevo triunfo, esta vez frente al Errotabarri por 21-25, en lo que fue la vuelta a la pistas, con gol incluido, de Ainhoa García

Foto (Grafometal La Rioja)

Tras las vacaciones de Navidad, muy merecidas, regresaba la competición para el Grafometal La Rioja, y lo hacía ante un equipo, el Lauko Ermuko Errotabarri, que suele poner siempre las cosas difíciles, en cualquier caso no sencillas. Había que estar preciso y enchufado y, aunque se consiguió, al menos en cuanto al desenlace del partido se refiere, pues este terminó como todo hasta ahora, con victoria, quizás las sensaciones finales no fueron todo lo buenas que se esperaban.

Paradójicamente, fue mejor la consecuencia, el seguir sumando de dos en dos, situación que no deja de ser lo más importante, que la propia causa para conseguirlo. Si bien, es algo que, dentro de esa búsqueda del mejor tonto post-parón, no deja de ser normal, más aún como venimos diciendo en crónicas y artículos anteriores, si tenemos en cuenta que delante se encontraba un equipo trabajado que, a pesar de la diferencia de diez goles que llegó a plasmar el marcador, nunca se rindió, logrando reducirla hasta los cuatro tantos (21-25) con los que terminó el encuentro.

En cualquier caso y, tras esta breve introducción, el conjunto sportiano sigue haciendo honores ‘al triunfo’, esa palabra tan biensonante que, por catorceava vez esta temporada, se queda o se lleva, como este último sábado, a La Rioja. Si quieres saber como transcurrió dicho partido, solo tienes que seguir leyendo 😉

El duelo comenzó disputado en los primeros compases. Tras el tanto inicial de una inconmensurable Bea Puertas, autora de siete dianas, los goles de Yaiza Rico y Cristina Vivar permitían a su equipo ponerse, como única vez en el partido, por delante en el electrónico. En el transcurso de los minutos, Irati Holgado conseguía poner las cosas como al principio empatando la contienda a dos para que luego, otro gol de Bea, y otros cuatro más, de la mano de Valentina y Masha por partida doble, situaran lo que era hasta entonces la máxima diferencia (3-7)

Un empuje de las locales llevado a cabo por Ane Herrero y Ariane Gayoso, jugadoras que realizaron un buen partido, posibilitaba apretar un poco más las cosas, no tanto quizás en el marcador, que desde entonces no bajó de los tres goles de desventaja (5-8; 6-9) para las vascas, pero sí en las impresiones adyacentes al mismo en tanto que el equipo visitante, a pesar de controlar en todo momento un partido que en ningún caso peligró, no se encontraba cómodo del todo. Es más, en esos momentos, es posible que fueran las locales las que se encontraban más cerca de su planteamiento inicial, de su cometido de llegar ‘vivas’ una vez pasado el minuto quince del primer acto, que el propio Grafometal La Rioja que, no olvidemos, seguía ganado.

Hago redundancia en esto último, en este ‘seguir ganando’, pues considero que, a pesar de que toda la frase anterior pueda parecer todo lo contrario, no deja de tener un análisis positivo en la trayectoria de las riojanas. Está claro que cualquier equipo, el Errotabarri no iba a ser menos, idea y plantea un partido siempre para ganar, faltaría más, aquí todos son profesionales a la hora de realizar su labor y esfuerzo, pero quiero ir un poco más allá ya que, dentro de un encuentro encontramos muchos ‘sub-partidos’ y, ante el caudal ofensivo y defensivo demostrado esta temporada por las riojanas, es posible que los rivales consideren como más o menos bueno el no perder por mucho, o el hacer un buen papel a pesar de la derrota.

Dentro del partido que nos ocupa, esto tiene dos interpretaciones, que el Errotabarri lo consiguió, una vez más, como en el partido de ida en el que solo perdió de un gol, y que a las sportianas ya no solo se les exija ganar, sino demostrar buen juego y sensaciones; de ahí que al comienzo de nuestra crónica habláramos no solo mero hecho de conseguir el triunfo. Cuántos quisieran, en otra dinámica clasificatoria claro está, ganar y “santas pascuas”.

Así, si a veces le exigimos más a este equipo, es por todo el potencial que tiene, pero hagámoslo siempre con cabeza y criterio, lo que ya están consiguiendo de por sí estas jugadoras, el contar todos los partidos por victoria, tiene mucho valor y mérito. Lo que pasa que, cuando pones el listón muy alto en cuanto a victorias se refiere, parece que siempre queremos y buscamos más allá; por tanto exigencia, sí, este equipo tiene capacidad para cualquier cosa que se proponga, sin olvidar que en esa presumible fase las cosas serán aún más complicadas, pero también de forma comedida y justa ante lo que ya están haciendo y demostrando, que no deja de ser mucho.

Y como podría estar escribiendo sobre este equipo todo un día y en algún sitio tengo que cortar, sigamos un poco con el devenir de nuestro partido:

Tras todo lo expuesto hasta ahora y, con una Jone Izquierdo por parte del Errotabarri mermada físicamente a la que el equipo local echó en falta, el Grafometal La Rioja dio un paso al frente. Más intenso en defensa, una Taty lozano que para decepción de muchos finalmente no cantó la lotería navideña, pero que sigue siendo seria candidata para hacerlo cuando se pone a comandar la zaga con sus directrices ‘modo on’, propiciaba que, junto a una Elena Navarro segura en portería, el equipo consiguiera goles más rápidos y en transición que ponían, a cinco minutos de terminar la primera mitad y con el gol de una gran Lucía Ladrera, el (7-13) en el marcador; una renta de seis goles que se mantuvo en el tiempo hasta el pitido final (8-14)  y los primeros minutos del segundo acto.

Una segunda mitad donde, de manera progresiva, el conjunto visitante fue conservando esa distancia en el marcador con dos tantos más conseguidos por Carla Rivas y Yumi Tamada hasta que, una siempre competitiva y gran Paula García a la que los polvorones le hacen correr más si cabe, algo digno de estudio, ponía lo que era hasta el momento la máxima (10-17) en el electrónico. A partir de ahí las riojanas se dispararon en un partido que cogía claro color verde-amarillo con el (12-20) anotado por Bea Puertas, o lo que es lo mismo, por una jugadora que en cada partido escribe un nuevo capítulo en su libro titulado “Cómo hacer fácil lo difícil”; ya podéis reservarlo, además si te suscribes ahora puedes ganar el increíble suplemento (está en proceso): ‘Ascenso conseguido’; disponible hasta final de existencias.

Esta diferencia que conseguía el equipo visitante obligaba al entrenador local, a poco de llegar al minuto 20, a pedir un tiempo muerto que no cambió en exceso las cosas, al menos a lo que los intereses de las vascas se refiere, pues casi sobrepasado el minuto 23, las riojanas lograban ponerse, por segunda vez en el partido (la primera fue con el 13-23 anotado por Lucía Ladrera) a diez goles de distancia con la diana más especial de la tarde. Aunque seguro que sabéis por dónde van los tiros, os lo comentamos, qué decir que, por mi parte, es un auténtico placer poder hacerlo:

Tras un ataque del Errotabarri fallido, las riojanas conseguían recuperar un balón que rápidamente ponían en juego y que terminaba en las manos de una Ainhoa García que tras perfilarse con una carrera que le diera el mejor ángulo de tiro, anotaba con una definición intachable, de esas que tantas veces ha hecho pero que la cara más amarga del deporte le ha estado privando en el último año y medio. De esta forma, la ibicenca lograba meter el primer gol de jugada en partido oficial con la elástica riojana. Puede parecer incluso contradictorio como, un solo gol de una jugadora que está acostumbrada a hacerlos por doquier (recordamos que con el Castellón en la máxima competición anotó 103), puede llegar a alegrarnos tanto. Obviamente las circunstancias eran las que eran, por lo que entusiasmo y satisfacción, mucha, no podría ser de otra forma.

Es precisamente esa faceta la que quiero recalcar. Una vez anotado ese emotivo tanto sus compañeras, las que estaban en pista y las que no, no dejaron de aplaudir y sacar una contagiosa sonrisa que a todo aquel que estábamos viendo el partido no hizo sucumbir por el mismo camino, ¡no era para menos! Una muestra más de que el equipo está unido y de que los logros individuales son cosa de todos; ¡¡Felicidades Ainhoa y felicidades equipo!!

Con esto, poco a poco se iba cerrando un encuentro que permitía a las riojanas, eso sí, disponer de una renta que, por tercera vez, llegaba a la decena (15-25) con el tanto de una Irati que hacía pensar como el marcador final se decantaría por una desemejanza bastante holgada. No fue así. Unos no muy buenos minutos de las visitantes, y un Errotabarri más entonado que nunca se entregó, permitía que este último, por medio de unas acertadas Ane Herrero y Itziar Horrillo, perfilara un marcador que terminó en un 21-25.

Un nuevo triunfo que permite, ahora ya en plena segunda vuelta y con mucho pero cada vez con un poco menos por delante, seguir sumando puntos para alcanzar un objetivo que tiene otra parada el sábado 23/01 (19:00 h., Lobete) en lo que será el primer partido de las sportianas en casa tras el parón; claro que sí, te lo contamos!

LAUKO ERMUKO ERROTABARRI: Sara Garrido, Alaitz Fernández (porteras); Ane Herrero (5), Maialen Aguirregomezcorta (2), Ariane Gayoso (6), Anne Tejada (1), Itziar Horrillo (3), Cristina Vivar (2),  Yaiza Rico (2), Jone Izquierdo, Paula Romo, Nekane Rekalde, Ainhoa Cruz, Irune Ruíz.

GRAFOMETAL LA RIOJA: Elena Navarro, Ailín López (porteras); Bea Puertas (7), Valentina Learreta (2), Ainhoa García (1), Lucía Ladrera (3), Irati Holgado (2), Paula García (2),  Carla Rivas (1), Masha (6), Yumi Tamada (1), Taty Lozano, Maite Rodríguez, Alba Ibáñez, Lucía Carrascón.

 

 

 

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