La Rioja, Canarias, Aragón, Extremadura y Castilla y León encabezan el ranking de las comunidades autónomas más seguras para los pequeños negocios en España, al registrar el menor volumen de intrusiones por población. Así se desprende del último observatorio sobre seguridad en comercios elaborado por Securitas Direct .
El informe sitúa además a Teruel, Cáceres, Ciudad Real, Lugo y Córdoba como las provincias más seguras del país para desarrollar una actividad comercial. Teruel y Cáceres repiten en esta clasificación por segundo año consecutivo, mientras que Aragón entra por primera vez entre las comunidades mejor posicionadas.
El estudio combina datos de intrusiones reales gestionadas por la Central Receptora de Alarmas (CRA) de Securitas Direct durante 2024 con el Balance de Criminalidad publicado por el Ministerio del Interior. Los resultados reflejan un descenso del 2% en las intrusiones en pequeños negocios respecto al año anterior, con un total de 13.497 casos registrados.
Pese a esta bajada, la preocupación por la seguridad aumenta. El 82,2% de los propietarios de pequeños negocios reconoce estar inquieto por posibles robos o intrusiones, especialmente en municipios medianos, donde el porcentaje asciende al 93,9%. En las grandes ciudades, la preocupación es menor, aunque alcanza el 71,4%.
Ante este contexto, el 92% de los pequeños empresarios adopta algún tipo de medida de protección. La opción más extendida son las alarmas conectadas a una CRA, utilizadas por el 45,2% de los negocios, seguidas de las rejas en puertas y ventanas. También crece el uso de sistemas de expulsión de humo para disuadir a los intrusos.
El informe señala que los robos se producen mayoritariamente de madrugada, entre la una y las seis, y a lo largo de toda la semana, con especial incidencia en bares, restaurantes y tiendas. El domingo por la noche es el momento de mayor riesgo.
En cuanto a los métodos más empleados, destacan los asaltos escaparatistas, el butrón, el sacacorchos, los alunizajes y el uso de lanza térmica, técnicas que varían según el tipo de establecimiento y el valor de la mercancía almacenada.