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La Rioja experimenta una reducción de 1.300 casos activos en un mes

El 13 de septiembre, el Gobierno de La Rioja comenzó a ofrecer los datos sobre los casos activos en las localidades riojanas de más de 1.000 habitantes.

En aquellas fechas, el número de casos activos en Logroño era de 385, 121 en Calahorra, 34 en Arnedo, 21 en Aldeanueva de Ebro, 47 en Rincón de Soto, 6 en Autol, 5 en Cervera de Río Alhama. 4 en Pradejón y 3 en Quel. Además, 134 eran los casos activos en Alfaro, localidad que acaba de salir del confinamiento al que fue sometida.

En ese momento, los datos de la actividad del virus preocupaban de manera alarmante en Rioja Baja, especialmente en los municipios de Rincón de Soto, Aldeanueva de Ebro y, sobretodo, Calahorra en donde esta localidad no había celebrado sus fiestas 14-16-19 días antes. Entonces su alcaldesa intentó desvincular el aumento de los contagios de esos días que denominó ‘no fiestas’, afirmando que relacionar este incremento con en esas fechas era una visión “muy limitada y muy poco fiel” por el tiempo transcurrido (15 días desde esas fechas) y porque “la situación estuvo muy controlada en la calle” y apuntó a que el origen se hallaba en celebraciones privadas llevadas a cabo ya durante el mes de septiembre (sábados, domingos, cenas, comidas, comuniones, huertos, celebraciones…).

El martes 29 de septiembre se determinó el cierre perimetral durante una semana de tres localidades riojabajeñas: Calahorra, Arnedo y Rincón de Soto, medida que entró en vigor el 1 de octubre pero que permitía desplazamientos diversos, como los de  acudir a establecimientos comerciales. En esas fechas, los casos activos en Calahorra se situaban en 216 (la localidad había alcanzado los 243 el 25 de septiembre, un mes después de la fecha en la que hubieran dado comienzo las fiestas del municipio de haberse celebrado; 262 el 26 de septiembre.)

Por su parte, Rincón de Soto acumulaba 81 casos y Arnedo 122, localidad esta última que en esas fechas hubiera celebrado sus previamente suspendidas fiestas patronales. Días antes del anuncio de aquella decisión, Salud habían sometido a un cribado voluntario a toda la población de Rincón de Soto y Aldeanueva de Ebro. También a una pequeña parte de Calahorra y Arnedo.

Curiosamente, el cierre de estas localidades coincidió con un descenso de sus casos activos, reducción que se mantuvo durante el mismo. Y coincidió porque el tiempo que transcurrió desde la adopción de las medidas hasta su levantamiento no era el suficiente como para poder apreciar los efectos de estas medidas. Calahorra, el 7 de octubre reflejaba ya 88 casos activos (-128), 43 Rincón de Soto (-38) y 56 Arnedo (66).

Tras el levantamiento del confinamiento perimetral, Rincón de Soto siguió viendo como decrecían los casos activos mientras que lo mismo no ocurrió en Calahorra y Arnedo.

Sin desactivar el nivel de alerta en Rioja Baja, la preocupación se trasladó a Logroño. Una semana después, tal y como se preveía y como reseñó Sara Alba en rueda de prensa, los datos de Logroño comenzaron a desbordarse. “Es indudable que le vamos a ver la cara a San Mateo 14-16 días después de la celebración de las ‘no fiestas’”, advirtió entonces. En el año 2020, de haberse celebrado estas fiestas, estas celebraciones se habrían producido entre el 19 de septiembre y el 27 de octubre. El 19 de septiembre, 374 eran los casos activos diagnosticados en Logroño; el 27, 324; el 12 de octubre, 404.

Finalmente, el 15 de octubre, con una incidencia acumulada de 420,15 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días y una positividad de 16,7%, se decidía someter a los habitantes de cuatro zonas de salud de la capital a un cribado mediante test de antígenos. El 19, un mes después del día en el que no comenzaron las fiestas de San Mateo, los casos activos eran de 620. El 21, fecha en la que se decretaba el cierre perimetral y prolongado (mañana alcanzará el mes y medio) de La Rioja, 707. Y el 27 de octubre, día del anuncio del cierre por un mes de Logroño, 864. Además, Arnedo, localidad para la que también se decretó el cierre, ese día reflejaba 144 casos activos y una positividad del 18%.

Y así se llegó al 7 de noviembre, el día con mayor número de casos activos diagnosticados en nuestra región. El de los 861 casos activos en Logroño, 210 en Calahorra, 197 en Arnedo, 52 en Rincón de Soto, 61 en Alfaro, 24 en Pradejón, 32 en Haro, 26 en Aldeanueva de Ebro, 43 en Lardero, 52 en Nájera, 33 en Villamediana, 51 en Fuenmayor, 18 en Navarrete… 1.946 casos activos en La Rioja. Con 35 ingresos en una UCI ocupada al 89%, 14.412 riojanos en cuarentena, tres fallecidos, nueve centros sociosanitarios con positivos detectados y una incidencia acumulada de 802,09.

Comenzaron, tras ello, a bajar de forma sostenida los casos activos, a excepción de un pequeño repunte, hasta los 1.810, el 14 de noviembre. Este descenso se mantiene hoy en la mayor parte de las localidades riojanas de más de 1.000 habitantes.

La situación actual de los casos activos en La Rioja, un mes después de aquel 7 de noviembre en el que cerca de dos mil riojanos padecían en estado activo el COVID, se sitúa ahora en 646.

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