Agentes de la Policía Nacional de la Jefatura Superior de La Rioja, evitan que un varón de cuarenta años, vecino de Logroño, acabe con su vida, situándose en la vía férrea con un elevado estado de nerviosismo y tumbado en los raíles esperando el paso del tren, teniendo otras opciones como lanzarse al vacío al Río Iregua, debido al punto estratégico en el que se encontraba, así como utilizar el arma blanca que portaba.
Los hechos ocurrieron a última hora de la tarde del martes, 1 de septiembre, cuando una dotación del Grupo de Atención al Ciudadano fue comisionada por la Sala de CIMACC 091, debido a que en la vía férrea cercana al parque del Río Iregua, se encontraba un varón en un estado muy alterado, alzando la voz y permaneciendo tumbado en la vía, esperando el paso del ferrocarril.
Tras ser requeridos, agentes pertenecientes a la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta, se dirigieron al lugar del hecho, y a la llegada, con la colaboración de los ciudadanos que allí se congregaban, se facilita el lugar exacto donde se encuentra el varón.
Los agentes actuantes proceden rápidamente a rebasar la verja de alambre, debido a la gravedad de la situación, accediendo así a la vía del tren donde permanece inmóvil el varón en medio del puente, con la vista fija en el río con intenciones de dejarse caer al vacío, teniendo unos quince metros de altura aproximadamente. Ante el riesgo de que esta persona tomara la decisión de arrojarse al vacío, los agentes de Policía Nacional deciden acercarse lo máximo posible, entablando una conversación tratando de calmar los ánimos. Ante esta situación, el afectado les hace saber que está pasando por una mala situación personal, tanto a nivel familiar como económico, y terminando el diálogo con los policías de la forma, “no tengo nada más que perder”.
Los agentes, situados junto al varón, en zona peligrosa por la posibilidad de que el tren efectuara su paso, retoman la conversación, de nuevo intentando convencerle de que depusiera su actitud, lo cual debía de ser lo más rápido posible, ya que peligraba la integridad física de esta persona, así como la de los policías intervinientes, logrando acercarse al ciudadano, del cual ya se habían ganado su confianza, y abandonando el lugar, tras requisarle la navaja que les había mostrado con la intención de usarla contra su propia persona. Con el apoyo de los compañeros pertenecientes a la Brigada de Seguridad Ciudadana, consiguen ponerlo a salvo.
Tras ello se comisiona una ambulancia al lugar de los hechos, para el traslado del varón al Hospital San Pedro a efectos de valoración psicológica, permaneciendo los agentes de Policía Nacional en todo momento tranquilizando hasta la llegada de los servicios sanitarios.