Era a finales del mes de mayo cuando comenzábamos a escuchar hablar de los rastreadores. Descubríamos entonces que se trataban de profesionales que debían trazar las líneas en la fase temprana de contagio para cortar la propagación del COVID-19.
La Rioja comenzó esta labor con diez sanitarias coordinadas por Noemí Marauri, directora de enfermería de atención primaria en La Rioja.
A finales del mes de mayo Noemí Marauri afirmaba que las personas encargadas de realizar la labor de rastreo deberían ser personas de carácter sanitario, “especialmente enfermeras ya que conocen el entorno y son capaz de trabajar con otras profesiones ya que es importante estar muy interrelacionados para buscar a todo el mundo en todos los entornos”.
Marauri explicaba que la enfermera es una profesional con unas competencias y funciones específicas que facilitan esta búsqueda de personas y esta vigilancia de la infección ya que, posteriormente, realizar el seguimiento diario de la persona infectada durante 14 días también es importante.
Sin embargo, ahora, la Consejeria de Salud ha decidido que con un grupo de voluntarios también puede funcionar el grupo de rastreo, unos voluntarios a los que se les requiere tener “conocimientos básicos sobre el COVID-19”; pero que, necesariamente, no tienen por qué tener formación sanitaria, como se constata en esta carta remitida por Cruz Roja a sus voluntarios.
“Vamos a comenzar a dar apoyo a la consejería de salud del gobierno de La Rioja en el rastreo de casos de COVID-19 en nuestra comunidad.
Esta labor es clave para realizar diagnósticos tempranos de contagios y controlar así la transmisión del COVID-19.
La labor del voluntariado consistirá en dar apoyo en la realización de llamadas de información y seguimiento de aquellos casos positivos y en la localización de sus contactos para dar las pautas de confinamiento y recoger los datos necesarios.
Esto acción se llevará acabo con el equipo sanitario de la consejería de Salud.
Para participar es necesario contar con unos conocimientos básicos sobre el COVID-19 y, preferiblemente, tener formación sanitaria.
Se requieren conocimientos sobre herramientas informáticas, habilidades sociales y de comunicación, capacidades de escucha y empatía, capacidad para trabajar equipo y se responsable y flexible.
Nos gustaría saber si podemos contar con tu colaboración. Se realizará una formación previa aquellas personas que finalmente se incorporen en la actividad”.