El próximo lunes 3 de noviembre, a las 12 del mediodía, la Catedral de Santa María de Calahorra acogerá la tradicional misa capitular por todos los difuntos, en recuerdo especial de quienes descansan en el templo y de todos los fallecidos de la ciudad.
Durante la ceremonia se presentará una casulla bordada del siglo XVI, recientemente incorporada al patrimonio catedralicio. Esta pieza, restaurada y ahora expuesta en el claustro, volverá a su función litúrgica en una jornada que unirá historia, arte y devoción.
La casulla ha sido estudiada por la historiadora Cristina Sigüenza Pelarda y publicada en la revista Kalakorikos, editada por la asociación Amigos de la Historia de Calahorra. Se trata de una obra maestra del bordado renacentista riojano, realizada entre 1520 y 1530 en un taller de gran maestría.
El tejido muestra un delicado trabajo de sedas y oro, en el que conviven el gusto gótico tardío y la elegancia renacentista. En su decoración aparecen las figuras de San Andrés, Santiago el Mayor y los Santos Emeterio y Celedonio, iconografía que representa las tres parroquias históricas de Calahorra —San Andrés, Santiago y la Catedral— y su profunda raíz común en la devoción local.
Tras su restauración, la pieza puede contemplarse de manera permanente en la exposición del claustro, junto a otros ejemplos del patrimonio textil diocesano. Con su regreso al uso litúrgico, la casulla rendirá homenaje “entre oro y seda” a todas las generaciones que la precedieron en la fe.



