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Julen Ekiza: «Nos ha hecho sufrir el no darnos cuenta de que nuestras sensaciones no estaban para competir con los de arriba»

"Entiendo la frustración por parte de los aficionados y me parece normal... A la afición le debemos más que lo que les tenemos que pedir, pero me gustaría que remáramos todos unidos en la misma dirección para sacar esto adelante".

«Hay que hablar» concluía manifestando uno de los capitanes del CD Calahorra, Julen Ekiza, en la rueda de prensa posterior a la última derrota de los rojillos liga. Ese día los de Pouso cayeron en Barbastro por 1-0 en un partido en el que pelearon, pero del que regresaron de vacío.

«Hay que» hablar, decía el rubio mediocampista ofensivo formado en las categorías inferiores de la Txantrea, ese mítico barrio pamplonés que tan famoso hizo  Barricada.

«Hay que hablar, reconocer los errores, ser capaz de centrarnos y darnos cuanta de donde estamos y qué nos está pasando». Ese mismo día el futbolista reconocía que el vestuario estaba hundido, algo normal tras haber vuelto a encajar una derrota que no merecieron según lo visto en el campo. Otra más que llega sin merecerlo en esta compleja liga.

«Nuestro mayor problema ha sido no darnos cuenta de que nuestras sensaciones no estaban para competir con los equipos de arriba y que ahora nuestra liga está en luchar con los equipos de la parte baja de la tabla. Me encantaría que mi liga fuera otra, pero ahora tenemos que tener claro donde estamos, recobrar confianza y sensaciones  y ver a dónde podemos llegar. Lo que nos ha hecho sufrir ha sido no darnos cuenta de que por tema de sensaciones no estábamos para competir con la parte alta de la calcificación».

El pasado miércoles los jugadores regresaban a los entrenamientos. Lo hacían sabiendo que el domingo les espera una nueva final, la que les enfrentará a un Izarra que llegará muy fuerte y con muchas ganas a La Planilla y en inercia positiva. Ni siquiera en eso tienen fortuna los del CD Calahorra.

 

Tras haberse repuesto, aunque sin olvidar, el duro golpe de su partido en Barbastro, el ambiente del entrenamiento era mucho más alegre y más animado que lo que a buen seguro fue ese viaje de vuelta del domingo.

El equipo tiene claro que debe de apoyarse entre ellos y quiere darse una alegría y dársela a una afición que saben que está sufriendo demasiado. De hecho, el propio Ekiza lo primero que hace es pedirnos disculpas «porque no son buenos tiempos para ser aficionados del CD Calahorra». Como si esto del fútbol fuera una ciencia exacta y siempre justa.

Y a pesar de ello, de no ser una ciencia exacta; como en las matemáticas, uno más uno son dos y juntos afición y equipo será más y más fuertes. Y eso es lo que necesitan ahora los de Pouso, fortaleza apoyados por una afición a la que deben todas esas alegrías que no le han sido capaz de darles, por falta de fortuna en muchos casos, durante la temporada.

Ekiza es un tipo sincero. Lo demostró el pasado domingo y como tal también se muestra en la conversación que mantenemos con él. Nos reconoce que estos días de reposo de cabeza, tras la derrota del pasado fin de semana, les ha venido muy bien para recomponerse y «limpiar la cabeza».

También es un jugador comprometido que sabe el sacrificio que entraña ser futbolista. «Tenía un entrenador que siempre nos decía que un futbolista, para lo bueno y para lo malo,  lo es 24 horas al día». Y así lo es. Llegar a casa después de los entrenamientos, cuidar la dieta, seguir ejercitándose por la tarde y no salir cuando tus amigos lo hacen. Quedarse en casa y descansar para seguir entrenando y compitiendo. Día a día; cada día para que «tu semana y todo su trabajo quede condicionada por 90 minutos».

«Y cuando las cosas van bien y se está bien, es todo muy bien; pero cuando las cosas van mal y además son repetitivas, buuffff, se pasa mal, eh?» se sincera el capitán.

 

El futbolista ahora solo piensa en e l próximo partido. Tiene claro que de lo pasado hay que sacar conclusiones y aprender, pero sobre todo hay que mirar adelante. «El domingo, tenemos un partido que en este momento es de nuestra liga siendo realistas. Me gustaría que no lo fuera pero el fútbol nos ha puesto ahí e indudablemente  es un partido muy importante».

Esta temporada está siendo muy dura. «Ha sido un cúmulo de mazazo tras mazazo y no ha existido una alegría que haya durado dos semanas y así no terminas de salir del pozo», reconoce el rojillo.

Entonces, «es importante saber aislarse y aceptar lo que nos hace sufrir y sacar las cosas positivas y remar para sacar el mayor número de puntos posibles, para llegar a Navidades en la mejor situación posible. Ahora, siendo realistas, tenemos que ir paso a paso y mantenernos unidos como grupo».

También sabe cuándo el CD Calahorra se desconectó de todo esto y reconoce que el partido de Las Gaunas en liga fue un varapalo importante. «Puede ser que el de Copa Federación fuera un punto de inflexión; pero de eso no nos dimos cuenta hasta varias jornadas más tarde». Hay que recordar que los rojillos llegaron como líderes a ese partido y tras ello empezaron a llegar los malos resultados.

«Al principio no había sensación porque perdimos en casa, pero después empatamos ante el Barakaldo. Pero sí que tras la derrota en casa ante el Tudelano… tras esa derrota, ya nos comenzamos a preocupar de una manera mucho más significativa. Y tras ello, además, perdimos inmerecidamente contra una Real Sociedad C y llegó el varapalo de Las Gaunas».

Ekiza reconoce que aquel encuentro en liga en Las Gaunas fue el que a él le ha dejado peores sensaciones. «En ese partido me sentí como un cadete en el campo y la verdad es que fue un poco duro». Aquel partido, el CD Calahorra terminó perdiendo frente a una gran UD Logroñés por 4-0.

También confiesa que ya  al descanso el equipo llegó hundido. Los tres goles de los de UD Logroñés en el derbi habían destrozado las esperanzas de la escuadra calagurritana que llegó al duelo con mucho ánimo tras haber ganado en casa.

Sabe también que ese día se partió en cierto modo un poco la relación entre la afición y los jugadores. «A la conclusión del partido nos acercamos a saludarles y ellos no quisieron. Entiendo la frustración por parte de ellos y me parece normal… pero me gustaría que remáramos todos unidos en la misma dirección para sacar esto adelante».

El mayor problema considera que ha venido por ese «no aceptar la realidad que nos estaba pasando. Cuando perdíamos igual seguíamos  nos mirábamos demasiado al ombligo y decíamos bueno, pero hemos jugado bien cuando la realidad es que habíamos perdido y teníamos un problema». Por eso era tan importante hablar y lo han hecho. Han detectado la situación, la han reconocido y ahora toca tirar para adelante.

En los últimos partidos el equipo parecía bloqueado de cara a puerta, pero también lo está a nivel defensivo. «Cuando tienes que definir, tienes que definir de otra manera. Nos puede igual no tanto el bloqueo como la ansiedad de querer cambiar la dinámica, de querer ganar el partido y cuando tiras a puerta con ansiedad, pesa más el balón».

«He hecho énfasis con los campaneros, estos días, en ese darnos tranquilidad y aire antes de finalizar. Cuando respiras un poco antes de golpear todo sale mejor que cuando llegas agitado y ahogado», nos cuenta.

También le preguntamos qué cree que desde la grada puede hacer La Panilla para cambiar esta situación son transmitirles ánimos «pero estamos en un mundo en el que todo es muy criticable y nosotros debemos tener la fortaleza mental para encajar todo». «A la afición le debemos más que lo que les tenemos que pedir pero si les podemos pedir algo es que sigan como hasta ahora, que no nos dejen caer y ojalá sean cada vez más los que nos acompañen porque, cuando estamos todos juntos, es mucho más fácil».

(Imágenes de Rafa Laguna y ActualidadRiojaBaja)

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