La protagonista del día llegaba al Parlamento acompañada de sus compañeros. Americana negra, camisa blanca, bolso fluor y cercana, siempre cercana. Atendió a los medios y volvió a expresarles que pretendía contagiar su ilusión porque “hay tanto por hacer y, cuanto antes se haga, mejor”
La protagonista del día llegaba al Parlamento sola y en bicicleta. Chaqueta negra, camiseta granate, pulsera feminista en la muñeca, movil al oido y bolso de tela. Se negaba a dar declaraciones mientras hablaba por el móvil y contaba a su interlocutor “me han rodeado”. Sola entraba al parlamento, en cuya puerta estaba Germán Cantabrana. “Buenos días”, dijo la nueva diputada; “Ánimo” le interpeló el antiguo dipuado de la formación morada, “Gracias” respondió Romero. Y silencio. No se la volvió a escuchar.
Algunos diputados, que ya se encontraban en el Parlamento, volvieron a salir para volver a entrar delante de las cámaras. La excusa, un café. Así regresó todo el grupo Ciudadanos al plenario con Baena a la cabeza; así volvío a entrar Henar Moreno custodiada por otro tres compañeros de partido.
Fotos y más fotos. Fotos a Concha Andreu que se encontraba junto a sus compañeros de escaños. Fotos a Concha Andreu que, de la misma manera que saludaba a los portavoces de otros grupos políticos, se acercaba a depatir unas palabras con la portavoz del grupo mixto, Henar Moreno. y más fotos.
Mientras, Raquel Romero, sola. Sola en el centro del hemiciclo. Los medios gráficos se percataron de ello y se arremolinaron sobre ella para captar la imagen de la diputada de Podemos.
Cada uno a su sitio y todos a sus puestos. El presidente del parlamento invitaba a Concha Andreu a acercarse al atril para comenzar su discurso de investidura. Aplaudió la bancada socialista. También un integrante de la bancada popular.
Y, entonces, los medios de comunicación abrimos el discurso que poco antes nos había entregado Dani Carrillo. ¡¡28 PÁGINAS!!
En todo momento, durante el debate de investidura, Romero parecía mantenerse alejada de la realidad que se estaba viviendo en el parlamento y, sólo, la interpelación de la candidata Andreu a la diputada de la formación morada a “anteponer a sus intereses los de Rioja”, parecía devolverla cerca de la realidad.
Y al fondo, de manera discreta, José Ignacio Ceniceros vivía en el sillón del Presidente del Gobierno de La Rioja el pleno de investidura, mientras el sillón de la segunda vicepresidencia de la mesa se encontraba vacío.
Hora y media después y 28 folios mediante, se levantaba la sesión hasta mañana. Entonces, será el turno de los portavoces de los grupos parlamentarios.
Hablará primero Henar Moreno, como portavoz del grupo mixto. Tendrá sólo 20 minutos. Después, el resto de partidos, dispondrán de un máximo de 30 cada uno. La que no hablará en el hemiciclo será Raquel Romero. Replicará Concha Andreu y aún quedará una contrarréplica.
Y después… después tocará votar… y, después, si no hay sorpresa, volvernos a vernos las caras el jueves a un voto de distancia y con las mismas protagonistas. Y de nuevo tocará votar y decidir las veces que este proceso deberá repetirse durante un máximo de dos meses. Un tiempo precioso y preciado en el que un voto hará que todo se detenga o vuelva a ponerse en marcha, un voto para determinar que todo lo que hay por hacer permanezca en el limbo en el que el progreso de La Rioja hace tiempo que quedó atrapado o vuelva a ponerse en marcha. Dos protagonistas. Un destino.