Necesitaba el Logroñés romper la mala racha de resultados (4 de los últimos 18 puntos) y lo hizo. Lo hizo a base de goles; 4 veces recogió el balón de la red San Nicolás, dos en cada parte.
Salió dubitativo el equipo de Unai, y en los primeros cinco minutos permitió que el Gernika pisara con cierto peligro el área de Tabili. Fue solo un espejismo y en el 23 Mari con una perfecta volea desde fuera del área hizo el primero. Marcaba el capitán.
Dos minutos después, Anai tras cesión de Lupu, ajustaba al palo para hacer el segundo. Hacían los de Logroño lo que muchas veces se les pide de la grada, “Tirar y tirar” y fruto de ello llegaron los dos goles con los que el equipo se fue al vestuario.

Al poco de la reanudación, en el 49, llegó el tercero de los blanquirrojos. Anai solo tenía que empujar a la red el rechace del portero tras buena jugada personal y disparo de Isma Santana.
En el minuto 65 se produjo la lesión del árbitro, que tras intentarlo no pudo continuar. Como manda el protocolo y al haber un árbitro federado en la grada, el partido se reanudó 15 minutos después.
Llegó al cuarto; obra de Manex tras una nueva incursión por banda derecha de Isma Santana, el mejor de los blanquirrojos en el día de hoy.
Y así se llegó al final del partido, con una victoria contundente ante un Gernika que seguramente haya sido el rival más flojo que ha pasado por las Gaunas.
Victoria importante y necesaria. Necesitaba el Logroñés alejar ciertos fantasmas, ganar con holgura y dejar la portería a cero; todo ello se dio.
No son muy partidarios los entrenadores de mirar el resto de resultados, pero el resto estamos “obligados” a hacerlo. Y la victoria, junto al resto de resultados de la jornada (a excepción de la victoria en extremis del Tudelano) colocan al Logroñés sexto a un punto de playoff y a seis de líder. Buena victoria y buena jornada para encarar el tramo final de la primera vuelta ante rivales, sobre el papel, más asequibles.
Próxima parada: Zaragoza.





