(Crónica de Ángel Sedano)
Acabó octubre un gran mes para la UD Logroñés, empezó noviembre en esa semana del truco o trato, en esa semana donde una tal Vanesa se hizo viral por felicitar Halloween de una manera diferente, el noviembre de brujas, esas brujas que en Sarriena se aparecen en 2 minutos para descomponer casi todo.
La imbatibilidad, mas de 450 minutos sin encajar gol, el equipo venía en línea ascendente acercándose a play off, incluso con un artículo en un Diario deportivo, en dos minutos las brujas de Sarriena vinieron para decirnos que esto es Segunda B y aquí nadie regala nada.
Cuando la gran mayoría de aficionados de la UD Logroñés sintonizaba ese canal de YouTube ya ibamos perdiendo 2-0, este equipo nunca deja de sorprender. El juego bonito, el toque, la posesión, el pragmático, el vertical salió frio y perdía 2-0 en dos minutos ¿Que hacemos? Resetear y empezar un partido nuevo de 88 minutos con desventaja de 2-0, hacia adelante, asumir riesgos en defensa. Los equipos vascos pelean, salen intensos y era mucha ventaja, tocaba apelar al orgullo riojano y Bobadilla puso el 2-1 en el marcador, había vida mas allá del minuto dis.
Así se llegó al descanso, empezaba el segundo tiempo y el Leioa cedió terreno, toque, posesión y control de juego; alguna ocasión se iba a tener, el equipo sufrió la baja de Remón, salía Vitoria, tocó recomponer el equipo y la intención: ir a por el partido.
Salieron Rayco y Ñoño, Sergio hizo pronto los cambios, el Leioa con espacios llevó su peligro y dispuso de sus ocasiones, Vitoria tuvo la suya pero su disparo salió un pelín desviado, la UD Logroñés moría en su intento de empatar el partido, ¡ay esos 2 minutos del principio como castigaron!
Así acabó el partido 2-1 se perdio, otra vez esas brujas de Sarriena, otra vez las dudas, todo eso por dos malditos minutos.