EL SITIO DE MI RECREO: «Miss Sarajevo» (U2 y Pavarotti), la canción del día
En las últimas horas hemos conocido y ampliado una terrible noticia. La Fiscalía de Milán investigaba el horror de unos denominados ‘safaris criminales’en los que italianos pagaban por ir a Sarajevo a cazar a civiles como un macabro espectáculo durante la guerra de Bosnia.
La investigación partió de la denuncia del escritor Ezio Gavazzeni, quien lleva años documentando los hechos, con material que podría ayudar incluso a identificar a los responsables de homicidio voluntario múltiple con el agravante de crueldad.
En mitad de esta bestialidad macabra y salvaje, hemos decidido elegir una canción que nos traslada al momento de aquella guerra internacional e inhumana entre diferentes pueblos con motivos políticos y religiosos como telón de fondo.
La canción ‘Miss Sarajevo’, interpretada por la banda irlandesa U2, la pieza combina la crudeza del conflicto con un poderoso mensaje de resistencia y esperanza. El pueblo de Sarajevo, a pesar de todo lo que sufrió durante esos años, mantuvo en todo momento la dignidad.
La obra se convirtió en un símbolo de humanidad y resistencia frente a la adversidad. Más que una pieza musical, este tema plantea una reflexión profunda sobre la vida cotidiana en medio del conflicto bélico.
La canción está inspirada en un hecho real, la elección de Miss Sarajevo en un sótano debido a los constantes ataques de francotiradores de las milicias serbobosnias a la población civil.
Con aquel certamen de belleza en 1993 se intentaba transmitir que incluso en medio del caos y la barbarie de la guerra, la belleza y la humanidad pueden persistir.
Aquel evento, en el un grupo de mujeres posaban con una pancarta con el mensaje “Don’t let them kill us” («No dejen que nos maten») fue realmente un grito desgarrador pidiendo ayuda.
El concurso, celebrado el 29 de mayo de 1993, formaba parte de una serie de actos organizados por ciudadanos de Bosnia-Herzegovina para mostrar resistencia al asedio al que eran sometidos por las fuerzas serbobosnias.
El certamen fue grabado en vídeo por un aficionado y sirvió posteriormente y fue la base del documental del director Bill Carter. Aquella pieza fue retransmitida en vivo en el espectáculo del ZooTV Tour desde Verona de la banda irlandesa. A través de la figura de una reina de belleza, se contraponen la búsqueda de normalidad y la brutalidad del conflicto.
Después llegaría la canción, «Miss Sarajevo»,que se presentó por primera vez el 12 de septiembre de 1995 en el concierto anual de Pavarotti and Friends en Módena, Italia. Bono, The Edge y Brian Eno se unieron a Pavarotti con una orquesta completa. Completamente con trajes negros y camisas blancas; incluso The Edge actuó sin su casco, interpretaron esta canción.
La banda de rock interpretó en el propio Sarajevo, durante el Popmart Tour, esta canción en 1997. La ganadora de aquel certamen, la joven musulmana Inela Nogić (a pesar de esa leyenda urbana falsa de que había sido asesinada por un francotirador), estuvo presente en aquel concierto. Viajó en el avión privado de U2, con el que planeó y pudo ver a que habían reducido su Sarajevo.
Larry Mullen, Jr, batería del grupo, diría después que esa fue «una experiencia que nunca olvidaré por el resto de mi vida. Y si tuviera que pasar 20 años en la banda solo para tocar ese concierto, y ya lo he hecho, creo que habría valido la pena»,
En uno de sus versos más destacados del tema —“Here she comes, oh, oh / Beauty plays the clown / Here she comes / Surreal in her crown”—, la canción refleja la resiliencia del espíritu humano, capaz de mantener la dignidad incluso en los momentos más oscuros.
La intervención del tenor Luciano Pavarotti aporta una dimensión emocional única. Su interpretación en italiano, con versos como “Dici che il fiume / Trova la via al mare” (“Dices que el río encuentra el camino al mar”), simboliza la esperanza y la búsqueda de la paz como fuerzas inevitables.
Musicalmente, la canción fusiona la melancolía del rock atmosférico con la solemnidad de la ópera. El contraste entre la voz grave de Bono y el solo de Luciano Pavarotti crea un diálogo entre lo terrenal y lo divino. La interpretación del tenor italiano eleva el tema a un nivel emocional excepcional, convirtiendo el estribillo en una súplica que trasciende fronteras y épocas.



