Hoy, en el día en el que la Universidad de La Rioja, el centro de educación superior pública riojana y de todos los riojanos, ha celebrado su solemne apertura del curso académico, se hace prácticamente obligatorio guardar en «El sitio de mi recreo» el himno universitario por antonomasia, el tradicional «Gaudeamus Igitur. Y, tal vez, también desmitificarlo un poco.
Gaudeamus Igitur es un canto tradicional en latín que se ha convertido en el himno universitario más reconocido del mundo. Su título significa “Alegrémonos, pues” y está estrechamente vinculado a la celebración académica y la vida estudiantil.
Su origen se remonta a la Edad Media, aunque la versión actual se popularizó en el siglo XVIII gracias al poeta alemán Christian Wilhelm Kindleben, quien recopiló y adaptó la letra en 1781.
Desde entonces, ha sido interpretado en ceremonias universitarias, graduaciones y actos solemnes en todo el mundo. Su vigencia demuestra la tradición y la identidad universitaria que simboliza, trascendiendo idiomas y fronteras.
Con él se pone fin a los actos académicos. A pesar de ello, de lo que podría parecer, su origen no es tan académico como se piensa, ya que podría provenir de un cántico estudiantil durante los momentos universitarios más distendidos en las tabernas incluso como burla de vetustos profesores. Uno de sus fragmentos más conocidos se inicia con: “Gaudeamus igitur, iuvenes dum sumus”, que se traduce como “Alegrémonos, por tanto, mientras somos jóvenes”.
Aunque su letra es poco académica, la mayoría de las universidades europeas la suelen tomar como himno propio, entonándola en las grandes solemnidades académicas; no obstante, muchos coros interpretan solamente algunas estrofas pues algunas otras no son políticamente correctas.
Su título original será De brevitate vitae («Sobre la brevedad de la vida») y se cree que se cantó inicialmente en universidades alemanas. El estudio de Barrios Fernández señala que “su letra encierra la esencia de la Universidad: la búsqueda de la verdad y el conocimiento en un ambiente de libertad”. (Barrios, 2005).
Nadie conoce el origen exacto ni el nombre del compositor. Se cree que la música es de Johann Cristian Grüntaus (1717) y fue reescrita en 1781 por Christian Wilhelm Kindleben, teólogo evangelista (Berlin 1748-Dresde 1785).
El texto exalta la alegría de la juventud, la fraternidad entre estudiantes y la fugacidad de la vida. También rinde homenaje a los maestros, a la institución universitaria y a la búsqueda del conocimiento.
Letra en latín: Gaudeamus igitur Ubi sunt qui ante nos Vita nostra brevis est, Vivat Academia Vivat et respublica
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Traducción en español:
Alegrémonos, pues, ¿Dónde están los que antes de nosotros Breve es nuestra vida, ¡Viva la Universidad, Viva la República (el país) |