Domingo 2 de junio. Día marcado en el calendario para el Logroñés y su afición. Escribe un servidor que vivió el robo de Torrent hace 9 años, el recorrerse casi 2.000 kilómetros de distancia en menos de un día para ver un empate a nada en Sevilla, el recorrerse el norte para perder 3-1 contra un filial. El ver como equipos como el Castellón o el Albacete que perdieron la categoría contigo en su día vuelven a disfrutar del fútbol profesional y tu mañana (hoy ya domingo), vas a llenar un campo de fútbol por ver llegar al Logroñés a la tercera categoría del fútbol español.
El Logroñés, si, ese equipo que hace dos años veía improbable jugar contra el CD Valle de Egües y que ahora hemos visto que era un equipo contra el que jugarnos las habichuelas, o el L’entregu, rival contra el que jugamos un partido de acceso a Copa del Rey a cara de perro.
Temporada que nadie deseaba pero que sin duda ha hecho poner los pies en el suelo al Logroñés, quizá para dar dos impulsos hacia arriba.
Sin duda, la entrada de este domingo será la mayor en la que el público más se vuelque con el equipo local. Por delante, un Marbella muy trabajado como equipo al que será muy difícil doblegar, pero no imposible.