Eduardo Hache, entrenador del River Ebro fue expulsado ayer durante el encuentro que enfrentaba a los rinconeros frente al Tedeón en Navarrete.
Corría el minuto 85, los visitantes ganaban por 0-1 y, de pronto, sin que nada ni nadie interviniera en la jugada, un jugador de los navarretanos cayó al suelo.
Sin pensárselo dos veces, Hache saltó al campo para prestar auxilio al del equipo rival. Tampoco el árbitro se lo pensó y expulsó a Hache.
“Creo que fue en gesto que cualquier persona hubiera hecho estando al lado del jugador y escuchando el “chasquido” de la lesión, reaccioné así con el objetivo de que fuera atendido lo antes posible sin importar nada más”, afirma Hache hoy.
Hoy Hache, por un gesto espontáneo, sin haberlo buscado, sin haberlo buscado y sin haberlo querido es uno de los protagonistas de la jornada. “Lo único importante es Pesquera, mi expulsión y mi gesto es secundario aunque ojalá sirva para concienciarnos todos de que debemos de fomentar valores y quizá entender que por encima de las normas debemos aplicar el sentido común muchas veces”.
Ahora habrá que esperar para conocer qué determina el comité de competición sobre una posible sanción al entrenador por su solidario gesto.
Las normas son las normas pero lo volvería a hacer 1 y 1000 veces más. Todo el ánimo del mundo para Pesquera y Tedeón ojalá no se confirme la grave lesión y pronto este de vuelta. https://t.co/f55IpbwGB1 pic.twitter.com/MzCU0g9iun
— EDUARDO HACHE (@EduardoHache) November 8, 2020
Por cierto, cuatro minutos después de la expulsión, el CD Tedeón marcó y el partido concluyó con empate. Pero eso ya son cuestiones menores, minucias de “lo más importante de las cosas menos importantes”.