El CD Calahorra estaba prácticamente obligado a ganar esta tarde tras los resultados registrados ayer en los que vencieron todos sus rivales.
Puede que por esa necesidad de victoria quisieran llevar el peso del encuentro. Pero nada más. Los rojillos tenían el balón pero no terminaban de crear fútbol ni inquietar a la meta de Biarge.
Y en mitad del espesor de ideas calagurritanas, el balón parado abrió la maraña mental en el 26. Los locales se adelantaban gracias al guante de Julen Ekiza que alojo dentro de la portería el balón en una falta algo escorada y señalada sobre la frontal del área.
El CD Calahorra siguió dominando tras el gol, aunque lo hacía sin la suficiente verticalidad. En la más absoluta ausencia de ocasiones de gol se llegó la recta final de la primera parte en la que todo pudo cambiar.
En el Minuto 41 el papel de la escuadra fue fundamental para evitar el empate. El balón salió repelida de la zona interna de ésta y botó sin superar la zona de gol con mucha fortuna para los rojillos.
La amenaza de empate se hacía real. En el 44 una intervención de Gonzi salvó a los suyos del 1-1. Los del Barbastro estaban llevando mucho más peligro y creando ocasiones serias de gol que las que habían generado en toda la primera parte.
Antes de que el encuentro se fuera a vestuarios, una falta del portero a un delantero visitante sobrevoló La Planilla. El árbitro no lo interpretó así y mandó a los jugadores a vestuario.
El Calahorra salvaba la primera parte con un 1-0 y comenzaba creando peligro en la segunda. El goleador Ekiza a punto estuvo de ampliar la diferencia en el marcador en el 53 tras hacerse con una asistencia de Pablo Bolazo. Por contra, con el que se topó fue de nuevo con Biarge.
A pesar de ello, las ideas de los locales seguían siendo demasiado espesas, tanto que en el 60 Pouso ya introdujo varios cambios buscando dar un plus a un partido en el que nada terminaba de ocurrir. Pero nada
En el minuto 70 pudo marcar el empate Adria Mesa, pero Pablo Bolado sacó otro balón sobre la línea de gol. No tardaron en dar la réplica los locales y Raul Rubio a punto estuvo de aprovechar una impresión del portero para poner el 2-0.
Faltaba la continuidad en el juego y todo llegava a las áreas fruto de jugadas aisladas. En el minuto 82, Raul Rubio generaba una extraordinaria jugada abriendo el balón para Kevin que condujo y terminó tirando a puerta. Bajo meta, con el portero batido, salvó Fran Carbonell el gol entre las protestas de la grada que reclamaban que el despeje había sido con la mano.
Tuvo la última para llevarse un punto el Barbastro en el 90, pero Jaime Resqués perdonó. De ahí hasta el final del partido, en el que el trencilla dio cinco, nada siguió pasando.
Sin embargo; en un deporte en el que lo importante es ganar, ganar y ganar; la nada calagurritana fue la suficiente nada para sumar otros tres puntos y colocarse a siete de playout y a diez del descenso. Arriba la nada.