Tarde pasada por agua en la última corrida de la feria taurina de Calahorra en la que Daniel Luque, posiblemente el torero menos mediático de la terna, ha salido por la puerta grande.
Con una entrada de algo más de media plaza, abrió la tarde Miguel Ángel Pereda, un torero que hace dos días sufrió un grave percance en Cuenca que hizo que tuviera que ser intervenido en la propia plaza tras recibir una cornada de siete centímetros.
A pesar de ello, el maestro de Oliveza ha logrado esta tarde cortar una oreja, gracias a una buena faena. Sin embargo, ya cuando la lluvia comenzó a caer de forma extraordinaria, el extremeño no fue capaz de cuajar de acertar con los aceros y necesito tres pinchazos y un aviso para deshacerse del astado.
Mucho peor fue la tarde de Cayetano Rivera Ordoñez, que se fue de vació del coso calagurritano. En el primero, aún arrancó una colección de palmas tras estocada y descabello. En el segundo, su media estocada muy tendida no le valió para nada más que pitos.
El triunfador, Luque, salió de Calahorra por la puerta grande. Fue el de Gerana el único que protagonizó sus faenas lejos del aguacero y no las desaprovechó.
Del primero; en el que algunas gotas comenzaron a escaparse del cielo, en ese preámbulo de la tormenta; salió con una oreja. En el segundo, tras un inmenso chaparrón, desorejó a su rival tras una destacada faena y una estocada certera.