Hoy Autol dedica su día de fiestas a los protagonistas de las mismas, sus santos San Adrián y Santa Natalia. Algo más tarde las 12:00 se recogía a los patrones en la iglesia parroquial y, a ritmo del himno de España, los santos salían a la calle por la puerta de la iglesia para bajar a la plaza principal del pueblo acompañados por gaiteros; autoridades mayores, menores e infantiles; la Catona y el Catón de las fiestas; banda de música; peñas; devotos; fotógrafos e incluso algún que otro despistado.
Y es que en la plaza de España ya esperaban ansiosos, junto con los gigantes, cientos de catones; sin importar creencias, fe ni devoción; a que se produjera el acto de pisado de la uva y la ofrenda del primer mosto y los primeros champiñones a los santos, lo que se hizo por tras guardar un respetuoso minuto de silencio por Tamara Pérez González, joven autoleña fallecida ayer por causas naturales justo antes de dar comienzo a las fiestas y por quien, también, la enorme bandera de España que preside el balcón municipal lucía un crespón negro.
Tras ello, vuelta en procesión a la iglesia de San Adrián y Santa Natalia para celebrar la eucaristía en su honor y, a su conclusión, barzón y moscatel para todos para reponer fuerzas, antes de regresar a las degustaciones, los champiñones y las setas, los vermús, cervezas, vinos, calamares, rabas y el bullicio de las calles con su música. Para que luego se diga aquello de que primero la obligación y luego la devoción.
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