Actualidad Rioja Baja
Medio de comunicación para conocer lo que pasa en nuestra tierra
PEAS 500

El BM Logroño no puede con el Ademar y dice adiós a la Copa

(Foto: Fernando Álvarez)

El Balonmano Logroño salió derrotado en los cuartos de final de la Copa del Rey. Lo hizo ante un gran equipo como es el Ademar de León, en un partido con alternativas y que la mayor experiencia de los jugadores en cancha por parte del León en los minutos finales terminó decantando. Y es que en el equipo riojano llegaron a coincidir Ernesto Goñi, los hermanos Cadarso, Jorge Pérez y Eduardo Ortiz: una media de no más de 19 años de edad. A pesar de ello dieron la cara, teniendo a raya durante muchos minutos a los que hoy jugaban de local. En un partido que ilusionaba, como cualquiera de la copa, pero que no era tan transcendental como lo podrían ser los siguientes compromisos ligueros o europeos, los más jóvenes respondieron, demostrando que son, además de futuro, presente muy inmediato del club. ¡Un aplauso para ellos!

La primera mitad del choque fue pareja, ninguno de los dos conjuntos conseguía marcharse en un marcador del que disfrutaban únicamente de pequeñas rentas. Los goles del Logroño llegaban sobretodo de la mano de un Scott desatado que consiguió nada más y nada menos que ocho goles, muchos marca de la casa, la de su residencia de Francia, sí, que es de donde lanzaba. Por su parte, los goles del Ademar estaban más repartidos, evidenciando, al menos hoy, tener menos dependencia de solo un jugador. Pero eso son circunstancias y momentos de partido que en muchas ocasiones van de la mano de las características y especialidades de cada jugador. Scott es un jugador que cuando coge una racha positiva mejor no estar delante. En la segunda mitad por ejemplo, no salió, propiciado también, hay que decirlo, por el cambio largo en defensa. Al revés pasó con Acacio del Ademar que, inédito en la primera mitad, comenzó a comandar a su equipo con goles y juego en el segundo acto. Afortunadamente para el bien del balonmano el brasileño ya está de vuelta; desde aquí nuestra enhorabuena.

La primera mitad iba llegando a su fin con la misma tónica: máxima igualdad (14-14; min. 28). El escritor del guión, autor de muchos thrillers, quería dejar el desenlace para el final. La película era de las buenas. En ella, en los instantes finales antes de irse al vestuario, dejó su sello el mismo protagonista, un Scott que volvió a perforar la meta rival con uno de esos lanzamientos que ni el ojo de halcón del tenis hubiera cogido. De esta forma se llegaba al ecuador con una ventaja mínima para los riojanos (14-15).

En la segunda mitad los logroñeses salieron fuertes, consiguiendo, desde el principio,  distanciarse en el marcador (16-19, min. 3) con un Eduardo Cadarso que hacía daño. Sin embargo, cuando mejor se ponía el partido, llegaron momentos de imprecisiones que el Ademar supo aprovechar. Quizás sea esta la tarea a pulir del equipo a lo largo de la temporada, en saber llevar con más calma una situación que se pone a favor. A veces es mejor mantener lo que se tiene que correr por intentar incrementarlo. A ello se le unió la exclusión de Dapirán en el minuto 10 con la que los ademaristas lograban darle la vuelta al electrónico en el siguientes minutos (23-22), obligando a Miguel Ángel Velasco a pedir tiempo muerto. Además,  la baja de un zurdo en en lado derecho en el equipo riojano obligó a jugar casi todo el partido, hasta la entrada de David Cadarso, con tres diestros en la primera línea. Esta situación la leyó bien el Ademar forzando a los riojanos a jugar por el centro, no permitiendo que en ese lado derecho el jugador atacara a su punto fuerte o asistiera al extremo.

Aun así, el balonmano Logroño volvió a conseguir empatar la contienda a 24 a tan solo doce minutos para terminar el encuentro. Momento en que los leoneses se hicieron fuertes atrás, no dejando anotar tanto alguno a su rival durante casi cinco minutos y distanciándose definitivamente en un partido que se cerró con victoria del Ademar por 29 a 26.

Está claro que en tras una derrota todo parece malo, pero, a pesar de ello, creo oportuno sacar algunas conclusiones positivas: el equipo rotó dando descanso a los jugadores más cargados y rondando, por consiguiente, a lo más jóvenes. Además, si se hubiera ganado delante nos esperaba el Barcelona, y siendo sinceros y aunque, como siempre, se hubiera salido a por todas, la contienda era más difícil que cruzar el muro de Berlín en el siglo XX. De esta forma, los riojanos tienen un día más de descanso para preparar unos encuentros que se avecinan importantes y bonitos a partes iguales. Aquí estaremos para contároslos.

También podría gustarte